Filípides
o Fidípides (en griego, Φιλιππίδης o Φειδιππίδης) fue un héroe de la Antigua Grecia.
Se trata de la figura central de la historia que inspiró un acontecimiento
deportivo moderno: la maratón.
Heródoto relata que Filípides, un
hemeródromonota ateniense, fue enviado a Esparta para pedir ayuda cuando los
persas desembarcaron en Maratón.
Antes
de abandonar la ciudad, los generales de Atenas enviaron un mensaje a Esparta. El
mensajero fue un ateniense llamado Filípides, un profesional en carreras de
larga distancia. De acuerdo con el relato que Filípides hizo a los atenienses a
su regreso, se encontró con el dios Pan (un fauno) en el monte Partenio,
sobre Tegea.
Pan lo llamó por su nombre y le dijo que preguntara a los
atenienses por qué no le prestaban atención, si él siempre se había mostrado
cordial con ellos y los había ayudado en el pasado, y volvería a ayudarlos en
el futuro. Los atenienses creyeron la historia de Filípides y, cuando
recuperaron su prosperidad, erigieron un templo a Pan bajo la Acrópolis y,
desde que recibieron su mensaje, celebraron una ceremonia anual en su honor,
con carreras de antorchas y sacrificios, para solicitar su protección.
En la
ocasión de la que hablo -es decir, cuando los comandantes de Atenas le
encomendaron una misión a Filípides y éste explicó que había visto a Pan,
Filípides llegó a Esparta un día después de haber salido de Atenas y pronunció
su mensaje ante el gobierno espartano. "Hombres de Esparta -fue su
mensaje- los atenienses os piden ayuda, y os ruegan que no permanezcáis de
brazos cruzados mientras la ciudad más antigua de Grecia es aplastada y
sometida por un invasor extranjero; Eretria ya ha sido esclavizada, y Grecia se
debilita por la pérdida de una buena ciudad." Los espartanos, aunque se
conmovieron por el ruego y querían brindarles ayuda, no podían hacerlo de
inmediato sin quebrar sus propias leyes. Era el noveno día del mes, y dijeron
que no podían marchar hasta que la luna estuviera llena. Así que esperaron a la
luna llena, mientras que Hipias, el hijo de Pisístrato, guió a
los persas a Maratón.
(
Heródoto )
Heródoto
escribió 30 o 40 años después de los hechos que describe, por lo que es
bastante probable que Filípides sea una figura histórica. Si recorrió los 246
km que separaban a Atenas de Esparta en 2 días, por terreno escabroso, sería
una hazaña digna de recordar.
Heródoto,
por tanto, no relató una carrera desde Maratón a Atenas de Filípides, pero sí
la marcha del ejército griego, que recorrió a toda prisa la distancia entre
Maratón y Atenas. Esto fue porque los persas, recién embarcados en sus navíos
tras su derrota en Maratón, podían rodear la península Ática en poco tiempo y
tomar la indefensa Atenas. Pero para cuando los persas avistaron la ciudad, los
soldados griegos ya habían llegado a ella y, viendo que la ciudad estaba bien
defendida decidieron dar media vuelta y volver a Persia.
Posteriormente
se encuentra un relato sobre una carrera de Maratón a Atenas para anunciar la
victoria de los griegos en la obra de Plutarco (46-120), que atribuye la
carrera a un heraldo llamado Tersipo —citando a Heráclides Póntico,
un autor del siglo III a. C., como fuente de ese dato— o Eucles.
Luciano, un siglo después de Plutarco, atribuye
esa carrera a Filípides: Se dice que fue Filípides, el corredor, el primero que
usó esta expresión al anunciar la victoria de Maratón a los arcontes que
estaban sentados y preocupados por el final de la batalla: ¡Alegraos,
vencemos!. Y al decir esto, murió, exhalando su último suspiro junto con la
noticia y el saludo.
El
filólogo Michel Bréal fue el que, inspirándose en los relatos sobre
Filípides, propuso a Pierre de Coubertin la celebración de una carrera llamada
maratón dentro del programa de los modernos Juegos Olímpicos.
Mientras
que el maratón celebra la mítica carrera de Maratón a Atenas, desde 1983 una
carrera anual desde Atenas a Esparta, el espartatlón, celebra la carrera
—semihistórica, cuando menos— a través de 250 km de campiña griega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario