miércoles, 30 de enero de 2019

AGRIPA PÓSTUMO


Marco Vipsanio Agripa Póstumo (en latín, Marcus Vipsanius Agrippa Postumus; 12 a. C.-14 d. C.) fue el hijo menor de Marco Vipsanio Agripa y de Julia la Mayor. Sus abuelos maternos eran el emperador romano César Augusto y su segunda esposa Escribonia. Nació a los pocos meses de morir su padre, de ahí el sobrenombre de Póstumo. Augusto adoptó a sus dos hermanos mayores, Cayo y Lucio, como sus hijos y herederos. Augusto no adoptó a Póstumo como muestra del respeto por su viejo amigo Marco Agripa (de modo que él tuviera un hijo para continuar su linaje).
Aunque hay poco conocimiento de él por sus contemporáneos, virtualmente todos los historiadores romanos convienen en considerarlo como grosero y brutal; solamente Tácito lo trata ligeramente bien:(Él era) joven, físicamente vigoroso, de hecho, brutal, Agripa Póstumo. Sin embargo, aunque estaba desprovisto de buenos valores, no había estado implicado en escándalos.
Nunca ha habido un consenso claro de qué sucedió, pero alrededor del año 6 o 7, Augusto lo mandó a la pequeña isla de Planasia. Tácito sugiere que Livia Drusila le tenía aversión y lo evitaba siempre, pues él estaba por delante de su hijo Tiberio en la sucesión de César Augusto. Algunos historiadores modernos han sugerido que podría haber estado involucrado en una conspiración. Por las mismas fechas, la madre de Póstumo, Julia la Mayor, casada con el que sería luego emperador Tiberio, fue exiliada por orden de su padre acusada de adulterio. Asimismo, posteriormente fue abortado un plan para rescatar a Póstumo y Julia.
En todo caso, el destierro de Póstumo aseguró la prioridad a Tiberio como heredero de César Augusto. Tácito (1.3; 1.5) y de Dio (56.30) cuentan cómo Augusto ideó una visita altamente secreta a la isla en el año 13 d. C., para disculparse con su nieto y para avisarle sobre sus planes para que regresara a Roma. Un amigo en el que confiaba, Fabio Máximo, le acompañó y le juró a Augusto guardar el secreto sobre lo acontecido; pero Máximo se lo contó a su esposa Marcia, que a su vez se lo mencionó inadvertidamente a Livia Drusila. Máximo pronto fue descubierto y asesinado, y Marcia acusó posteriormente a Livia de ser responsable de su muerte. La veracidad de esta historia es dudosa.
Independientemente de la supuesta visita de César Augusto, el emperador murió al año siguiente sin liberar a Póstumo de Planasia, y muy poco después de su muerte, Póstumo fue ejecutado por sus guardianes. Las versiones contradictorias sobre quiénes ordenaron la ejecución, existieron casi desde el comienzo, cuando Tiberio inmediatamente y en público rechazó en el acto las acusaciones de haber ordenado su muerte. Mientras que algunos sugirieron que Augusto mismo, pudo haber ordenado vía instrucciones secretas que no dejaran sobrevivir a Póstumo, es más probable que Tiberio o Livia Drusila, con o posiblemente sin el conocimiento de Tiberio, hubiera dado la orden, aprovechándose de la situación política confusa a la muerte de César Augusto.
Robert Graves, en su novela Yo, Claudio, sugiere que por la influencia de Livia, Augusto también le tuviera aversión. Graves crea incluso un incidente ficticio, en el cual Póstumo es desenmascarado por Livia Drusila y su nieta Livila, para acusarlo de violación, pero los historiadores modernos discrepan de la idea de la conspiración de Livia para la sucesión.
En la adaptación televisiva de la novela, Póstumo es interpretado por John Castle.



martes, 29 de enero de 2019

TITO LIVIO DICE SOBRE LAS ADVERSIDADES



Cuando la situación es adversa y la esperanza poca, las determinaciones drásticas son las más seguras.




PITÁGORAS DICE SOBRE HABLAR



 
 No sabe hablar quien no sabe callar.


PERICLES DICE SOBRE LAS DICHAS



Dichas que se pierden son desdichas más grandes.



SILIO ITÁLICO DICE SOBRE EL TEMOR AJENO



El tonto piensa que es un honor ser temido.






ESCILA Y CARIBDIS


Escila y Caribdis son dos monstruos marinos de la mitología griega situados en orillas opuestas de un estrecho canal de agua, tan cerca que los marineros intentando evitar a Caribdis pasarían muy cerca de Escila y viceversa. Posteriormente, la tradición identificó a este lugar con el Estrecho de Mesina, entre Calabria y Sicilia, en el extremo sur de Italia.
 
La frase «entre Escila y Caribdis» ha llegado a significar el estado donde uno está entre dos peligros y alejarse de uno te haría estar en peligro por el otro, y se cree que es la progenitora de la frase «entre la espada y la pared». Escila vivía en los acantilados y Caribdis era un peligroso remolino. Ninguno de los destinos era más atractivo ya que ambos eran difíciles de superar.
 
En la canción del grupo musical The Police, Wrapped Around Your Finger, del álbum Synchronicity (1983), se menciona "Escila y Caribdis" en el contexto de estar entre dos opciones, de las cuales, ninguna es ventajosa. También en el tercer álbum del grupo músical Trivium, llamado Shogun, aparece también este motivo mitológico; específicamente en la canción Torn between Scylla and Charibdis.
 
En la novela del autor Arthur Conan Doyle, “El paciente interno” se hace referencia al inicio de esta, cuando El Dr. Watson trata de explicar lo que es escribir, para él, acerca de su amigo Sherlock Holmes.


TRIGO GRATUITO PARA LOS PRETORIANOS


Nerón convocó asamblea del ejército pretoriano y distribuyó dos mil sestercios por cabeza, añadiendo el trigo gratuito, mientras que antes los guardias debían obtenerlo al precio del mercado.

( Tácito en "Anales" )







PLINIO EL VIEJO DESCRIBE UN ESCLAVO AFORTUNADO


El bronce de Corinto era famoso y apreciado. Una vez, al poner en venta un candelabro de este material, un subastador llamado Theron ofreció como regalo a un esclavo llamado Clesipo, cardador jorobado y tipo de extrema fealdad. Una mujer rica llamada Gegania compró el candelabro por 50 000 sestercios y con él se llevó al esclavo contrahecho. Tan contenta estaba con sus adquisiciones que organizó una fiesta para exhibirlos. Allí, simplemente para divertir a los invitados, Clesipo apareció completamente desnudo. A Gegania le invadió una lujuria desvergonzada y se lo llevó a la cama, y poco después lo incluyó como heredero en su testamento. Inmensamente rico a la muerte de la mujer, Clesipo adoraba aquel candelabro como a un dios protector… Sin embargo, su inmoral comportamiento fue vengado por el elaborado sepulcro erigido por Clesipo, a través del cual el recuerdo de la vergüenza de Gegania pervivió sobre la tierra desde entonces.

( Historia Natural)



EL CÓNSUL SALVIO JULIANO



Lucio Octavio Cornelio Publio Salvio Juliano Emiliano (Hadrumetum, c. 100-c. 170), más conocido como Salvio Juliano, fue, junto con Labeón, la figura más importante de la jurisprudencia romana. No obstante, además de su función como jurisconsulto, también desarrolló una brillante carrera política, llegando a ocupar los cargos de cuestor, cónsul y gobernador de las provincias Germania Inferior, Hispania Citerior Tarraconenesis y Africa Proconsularis, entre otros.
 
Salvio Juliano nació en las proximidades de la actual ciudad de Susa, en Túnez. Sin embargo, se piensa que su familia era de origen itálico.
 
A pesar de que no se conoce la fecha exacta de su nacimiento, se tiene constancia de que este se produjo durante los años finales del imperio de Trajano (en torno al año 100 d. C.), probablemente en la ciudad de Pupput, cercana a la colonia romana de Hadrumetum, en la costa este de la provincia romana de África. No en vano, en este mismo emplazamiento se descubrió, en 1899, una inscripción honorífica en la que figura toda la trayectoria política de Juliano hasta su cargo más alto, el proconsulado de la provincia de África. También se cree que, aún habiendo nacido en el continente africano, pertenecía a una prestigiosa familia itálica.
 
Para Lucio Octavio Cornelio Salvio Juliano Emiliano, hijo de Publio, miembro del decemviri stlitibus iudicandis, cuestor del emperador Adriano siendo el único integrante de la cuestura al que el deificado Adriano dobló su salario por razón de su extraordinario conocimiento (jurídico), tribuno de la plebe, pretor, prefecto del erario público y también del erario militar, cónsul, pontífice, sacerdote de la hermandad adriana y de la hermandad antoniniana, supervisor de los templos, legado del emperador Antonino Pío en Germania Inferior, legado de los emperadores Antonino Pío y Lucio Vero en Hispania Citerior, procónsul de la provincia de África, a nuestro protector. Erigido por decreto de los decuriones (de Pupput) con fondos públicos.
 
Fue discípulo de Javoleno Prisco, quien a comienzos del siglo II d. C. dirigía la escuela sabiniana (también denominada casiana), lo que explica que Juliano se refiriese a este jurisconsulto en sus escritos de madurez. Ya durante su juventud su genio jurídico empezó a despuntar, lo que provocó que su aprendizaje fuese objeto de reconocimiento.
 
Años más tarde, y de acuerdo con el testimonio dado por Pomponio (Sextus Pomponius), Juliano llegó a alcanzar el puesto de jefe de la escuela. Sin embargo, las diferencias entre proculeyanos y sabinianos no se acentuaron a raíz de su liderazgo, sino que su pensamiento y personalidad hicieron que la contraposición histórica existente entre ambas facciones se desvaneciese y quedase superada.


MILICIA DE ADRIANO



Una vez un joven solicitó entrar a la milicia. Adriano dijo: "¿Dónde quieres militar?". Aquel dijo: "En el pretorio". Adriano le interrogó: "¿Cuánta estatura tienes?". Dijo aquel: "Cinco pies y medio " ( 1,65 metros ). Adriano dijo: "Entretanto entrarás en la milicia urbana, y, si fueres buen soldado, al tercer estipendio podrás pasar al pretorio".

( Dositeo en "Sentencias de Adriano" )








lunes, 28 de enero de 2019

EL CÓNSUL CAYO CELIO CALDO


Cayo o Gayo Celio Caldoa fue un político y militar romano de los siglos II y I a. C. perteneciente a la gens Coelia.
 
Ningún miembro de su familia había obtenido antes ninguna magistratura destacada, pero él tuvo éxito en formarse por sí mismo gracias a sus acciones y a su elocuencia, aunque sus dotes como orador parecen no haber sido muy destacadas. Después de haber intentado en vano obtener la cuestura, fue elegido en el año 107 a. C. tribuno de la plebe.
 
Su tribunado se destacó por el hecho de que hizo aprobar una lex tabellaria, por la cual en las cortes de justicia, en caso de alta traición, los votos deberían ser dados en tablas. Cicerón señala que Caldo se arrepintió toda la vida de haber propuesto esta ley.
 
En el año 94 a. C., fue electo cónsul y obtuvo una de las Hispanias como provincia, probablemente la Citerior.
 
Durante la primera guerra civil, Caldo fue un partidario firme del partido mariano y en conjunto con Cayo Carrinas y Marco Junio Bruto se esforzó para evitar que Pompeyo uniera sus legiones a Sila. Pero como los tres no actuaron en coordinación, Pompeyo atacó al ejército de Bruto por el que rompió el cerco y frustró por completo el plan de Caldo.


LUCILIO


Cayo Lucilio (Sessa Aurunca, Caserta, 148 o 147 a. C. a. C. - Nápoles 102 o 101 a. C.), escritor romano, considerado el creador de la sátira como género literario.
 
De orígenes nobles (pertenecía al orden ecuestre), fue uno de los primeros romanos en ir a Grecia para hacerse una cultura filosófica, y seguramente fue el primer hombre de letras de buena familia en llevar una vida de escritor, voluntariamente apartada de la vida pública. Su vida sin embargo estuvo marcada por el encuentro con los Escipiones; fue compañero de Escipión Emiliano en Hispania, en el año 133 a. C., con ocasión de la guerra contra Numancia. Poco después, aún jovencísimo, creó el género de la sátira romana. Ya maduro, el círculo de los Escipiones le protegió. Tomó partido contra las reformas de los Gracos. Prácticamente nada se sabe después de esto.
 
Lucilio escribió 30 libros de Saturae (sátiras), género literario del que según Horacio fue el inventor. De ellos han subsistido solamente 1300 fragmentos, más o menos extensos. Lo recogido basta para saber que fueron ordenadas por criterios métricos. Los libros XXVI-XXX contenían septenarios trocaicos y senarios yámbicos y, hacia el fin, hexámetros dactílicos; los libros I-XXI estaban en hexámetros, quizá su última y definitiva forma; en los libros XXII a XXV prevalece el verso elegíaco y han sido añadidos al corpus póstumo.
 
Las sátiras de Lucilio se articulan en torno a tres temas principales:
 
El autobiográfico (por ejemplo, un viaje a Sicilia donde describe mil menudos incidentes), un banquete en casa del bandido Granio, o el amor por una dama llamada Collyra.
 
La polémica política (contra el senador Lupo, considerado el principal responsable de la corrupción de Roma, o contra Tito Albucio y su manía helenizante) y literaria (contra los que cultivan una literatura separada de la realidad, parodiando pasajes de Ennio o de Nevio), o que analizan problemas de gramática y retórica. En estas piezas no desdeña la sátira personal.
 
La condena de los vicios humanos (en particular las costumbres degeneradas de la nobleza romana helenizada, contraponiendo el propio ideal estoico de virtud), aunque también puede considerarse otro tipo de polémica, moral y filosófica.
 
Pese a su condena de algunas costumbres griegas, estaba abierto a su modo a la influencia helénica, en particular a los comediógrafos griegos y a la filosofía estoica neoacadémica. Su ideal era la virtus del Círculo de Escipión. Estilísticamente utiliza los más variados registros lingüísticos y llega hasta el dialectalismo sin desdeñar la oscuridad. Escribe en el lenguaje normal de la calle (sermo cotidianus), alejándose de la típica selección de vocablos poéticos y marcando de esta forma distancias con la poesía épica. Hay términos groseros e incluso obscenos y Lucilio los utiliza con normalidad, si bien su estilo es descuidado y abandonado a la inspiración fácil, aspectos por los que Horacio le criticó.