Nerva,
cuyo nombre completo era Marco Coceyo Nerva, fue un destacado político romano
que gobernó el Imperio desde el año 96 hasta su muerte en enero del año 98.
Nacido el 8 de noviembre del año 30 en Narni, una ciudad ubicada al norte de
Roma, Nerva provenía de una familia con una larga tradición de servicio al
Imperio. Sus ancestros habían ocupado importantes cargos durante la República y
el Imperio romano, y Nerva continuó esta tradición al dedicar su vida al servicio
del Imperio bajo los reinados de Nerón, Vespasiano, Tito y Domiciano. Nerva fue el primero de cinco emperadores que supervisaron
los mejores días del Imperio Romano, ya que su liderazgo preparó el escenario
para este período de gloria romana que duraría unos 80 años. Los otros cuatro
"buenos emperadores" fueron Trajano (98-117), Adriano (117-138),
Antonino Pío (138-161) y Marco Aurelio(161-180)."
Durante
su juventud, Nerva se destacó por su lealtad y habilidades administrativas.
Bajo el reinado de Nerón, formó parte del séquito imperial y jugó un papel
importante en la revelación de una conspiración contra el emperador liderada
por el senador Cayo
Calpurnio Pisón. Por
esta razón, Nerva recibió honores y estatuas en su honor. También acompañó a
Vespasiano en la primera guerra judeo-romana, y luego cuidando del joven Tito
Flavio Domiciano durante la ausencia de su padre.
Después
de la muerte de Nerón en el año 68, Nerva permaneció leal a los Flavios durante
el período conocido como el "Año de los cuatro emperadores", que fue
una época de rápida sucesión de emperadores y guerra civil en el Imperio romano,
conocido como el año de los cuatro emperadores (Los cuatro emperadores fueron
Galba, Otón, Vitelio y Vespasiano) . Fue
recompensado por su lealtad con consulados y continuó sirviendo a los hijos de
Vespasiano, Tito y Domiciano.
El 18
de septiembre del año 96, el emperador Domiciano fue asesinado en una
conspiración palaciega, y el Senado nombró a Nerva como su sucesor. Aunque no
está claro si Nerva estuvo involucrado en la conspiración, su ascenso al trono
fue respaldado por el Senado y recibió el apoyo de la facción senatorial
favorable a Domiciano. Como nuevo emperador, Nerva juró restaurar los derechos
que habían sido abolidos durante el reinado de Domiciano y aliviar la opresión
que había sufrido el Senado romano, volviendo a normalizar sus funciones.
Nerva
implementó una serie de reformas para ganarse el apoyo de la plebe romana.
Concedió pagos generosos tanto al pueblo como al ejército, alivió la carga de
impuestos de los romanos más necesitados y realizó préstamos para los
propietarios de tierras con el objetivo de ayudar a las familias necesitadas. Construyó acueductos, trabajó en el sistema de transporte con
más carreteras y construyó más graneros de almacenaje para mejorar el
suministro de alimentos para la plebe. También redujo los gastos innecesarios y
estimuló la economía mediante la subasta de las propiedades confiscadas de
Domiciano.
Aunque
su reinado fue breve, Nerva logró restablecer la estabilidad en el Imperio
romano y sentar las bases para sus sucesores. No obstante, también hubo algunos
momentos en los que Nerva se encontraba en una posición difícil debido a la
falta de apoyo militar y a las tensiones que surgieron entre él y la Guardia
Pretoriana. En el año 97, estalló una rebelión en la guardia liderada por Casperio Eliano, el prefecto que Nerva había designado
para apaciguarlos. Los pretorianos exigieron la ejecución de los asesinos de
Domiciano y, al no obtener una respuesta satisfactoria, se rebelaron contra
Nerva.
Las tensiones entre el emperador
Nerva y la Guardia Pretoriana se originaron principalmente debido a la lealtad
de la guardia a su predecesor, el emperador Domiciano. Domiciano había sido
asesinado en un complot en el que Nerva fue proclamado emperador. La Guardia
Pretoriana, que había disfrutado de un trato favorable bajo el gobierno de
Domiciano, se mostró descontenta con el nuevo emperador, quien no les otorgó el
mismo nivel de privilegios. La rebelión de la Guardia Pretoriana estalló en el
año 97 dC, cuando los pretorianos exigieron que Nerva entregara a los
conspiradores responsables del asesinato de Domiciano. Pero Nerva, comprometido
con la justicia y la equidad, y haciendo prevalecer su autoridad como emperador
legitimado por el Senado, se negó a ceder a sus demandas, lo que afectó un
motín.
Ante
esta situación, Nerva se vio obligado a tomar medidas drásticas para asegurar
su propia supervivencia política. Decidió adoptar como sucesor al popular y
prestigioso general Trajano, quien en ese momento estaba al
mando de las legiones romanas en la frontera del Rin. Esta elección fue un
intento de ganarse el apoyo del ejército y asegurar una sucesión tranquila.
La
adopción de Trajano como heredero fue un hecho sin precedentes en la historia
romana, ya que era la primera vez que un emperador adoptaba a un sucesor fuera
de su propia familia. Sin embargo, Nerva vio en Trajano a un líder militar muy
competente, disciplinado, y respetado, y consideró que era la mejor opción para
mantener la estabilidad del Imperio.
A
pesar de la adopción de Trajano, Nerva continuó gobernando hasta su muerte en
enero del año 98. Durante su breve reinado, se esforzó por mejorar la situación
financiera del Imperio y por restablecer el equilibrio entre el Senado y el
poder imperial, anteriormente alterado y restringido por Domiciano. Liberó a los senadores encarcelados, concedió amnistía a los
exiliados y devolvió las propiedades confiscadas a sus respectivas familias.
Estas medidas fueron vistas como un gesto de reconciliación y un intento de
restablecer la confianza y el apoyo del Senado.
Sus
reformas económicas incluyeron la reducción de los gastos superfluos y la
implementación de medidas para aliviar la carga de los impuestos sobre los
ciudadanos más necesitados. Además estableció
un fondo de ayuda para los niños huérfanos y los ancianos necesitados, lo que
mejoró significativamente la calidad de vida de los más vulnerables, y lo
convirtió en un emperador muy popular y querido entre los ciudadanos de más
baja condición.
En el
ámbito militar, Nerva se enfocó en fortalecer las defensas del imperio construyendo
fortificaciones y mejorando la infraestructura militar. También se estableció
una política de no agresión hacia los pueblos vecinos, lo que ayudó a mantener
la paz y la estabilidad en la región.
Aunque
su reinado fue breve y estuvo marcado por dificultades y tensiones, Nerva es
recordado como un emperador sabio y moderado. Su decisión de adoptar a Trajano
como sucesor sentó un precedente importante para las futuras dinastías
imperiales, y los historiadores lo consideran como el primer emperador de los
"Cinco Buenos Emperadores", un periodo de estabilidad y prosperidad
para el Imperio Romano, bajo la dinastía de los Antoninos.
Tras
la muerte de Nerva el 27 o 28 de enero del año 98 ,
Trajano ascendió al trono deificando al fallecido emperador y continuó su
legado de gobierno eficiente, prosperidad económica, y expansión territorial.
Bajo el reinado de Trajano, el Imperio Romano alcanzó su máxima extensión y se
convirtió en una de las potencias más poderosas de la antigüedad. Finalmente puede decirse que Nerva fue considerado por los
historiadores antiguos y modernos como un emperador sabio y moderado, que
respetó al Senado y al pueblo romano. Su reinado fue breve, pero logró
restablecer la estabilidad en el Imperio romano y sentar las bases para sus
sucesores cogieran las cosas ya mejor hechas.