En general me desagradan los juegos, pero tengo que confesar que los tuyos han sido realmente espléndidos. Celebrar los juegos más lujosos de la historia es bastante loable en un aspecto, pero lo que a mí de verdad me ha gustado de tus juegos es que no han sido nada vulgares.
Pasión por los romanos. Un blog de divulgación creado por Xavier Valderas que es un largo paseo por el vasto Imperio Romano y la Antigüedad, en especial el mundo greco-romano.
jueves, 6 de enero de 2022
SIMEÓN EL ESTILITA
San Simón o Simeón el Estilita o simplemente Simón Estilita
(Sisan, Cilicia, c. 390 – Alepo, Siria, 27 de septiembre de 459), también
conocido como Simeón Estilita el Viejo (para diferenciarlo de Simeón Estilita
el Joven y Simeón Estilita III), fue un santo asceta cristiano que nació en
Cilicia a finales del siglo IV. Su fama radica en el hecho de haber elegido
como penitencia el pasar 37 años en una pequeña plataforma sobre una columna
(del griego στῦλος stílos; de ahí su sobrenombre) cerca de Alepo, Siria. Es
conocido como uno de los Padres del yermo.
Se le considera el inventor del cilicio. Fue expulsado de un monasterio por su rigor absoluto, así que decidió ir al desierto para vivir en continua penitencia; allí, después de vivir en una cisterna seca y en una cueva, y a causa de la continua molestia que le suponían las muchas gentes que venían a visitarle, apartándole de la vida contemplativa y la oración y acercándole a la tentación, decidió que le construyeran una columna de tres metros de altura, luego una de siete y por último pasó a una de 17 metros para vivir subido en ella y alejarse del tráfago humano. Sobre esta columna pasó sus últimos 37 años de vida, por lo que se ganó el sobrenombre de «el Estilita». Murió en el año 459. Su festividad se conmemora el 5 de enero.
PLUTARCO DICE SOBRE LA JUSTICIA
Es bello obtener
la realeza como premio a la justicia; pero es más bello aún preferir la
justicia a la realeza.
sábado, 1 de enero de 2022
CÉSAR DICE SOBRE EL TRATO CON LA GENTE DE BAJA RALEA
CAYO MARIO DICE SOBRE SU PROPIA IGNORANCIA
Si suelo tener razón en todo lo que digo y hago, es porque pese a mi ignorancia los dioses me dan la razón en todo.
GELÓN
Gelón (en griego: Γέλων Gélōn;
Gela, c. 540 - Siracusa, 478 a. C.) fue un militar y político griego, tirano de
Gela y Siracusa en el siglo V a. C., primero de la dínastía deinoménida.
Su padre Deinomenes pertenecía a una antigua familia sacerdotal de Gela
dedicada al culto de Deméter y Kore. El joven Gelón entró a formar parte de la
guardia personal del tirano Hipócrates, a quien ayudó a hacerse con el poder,
siendo ascendido a comandante de la caballería de la ciudad de Gela.
Aliado con Terón, tirano de Acragas, con cuya hija Demarete se casó, Gelón
comenzó a partir de 488 a. C. la lucha contra los cartagineses, impidiéndoles
una mayor penetración en la isla tras la catástrofe de Dorieo.
Para ello desplazó a una parte de los habitantes de Gela, mientras que
Camarina, que se había rebelado, fue destruida y su población trasladada a
Siracusa (484 a. C.), situación que se repitió en Megara Hiblea, con la
diferencia que aquí sólo la aristocracia fue admitida en la ciudadanía
siracusana, siendo el demos esclavizado (483-482 a. C.); además asentó en
Siracusa a diez mil mercenarios.
En el año 481 a. C. rechazó integrarse en la alianza panhelénica contra la
invasión persa, no tanto porque se le negase el mando sobre la misma, sino
principalmente para defender Sicilia frente a los cartagineses. En 480 estos
últimos se presentaron en la isla a la llamada de Terilo, pero las fuerzas
unidas de Terón y Gelón lograron alcanzar una resonante victoria en Hímera, que
alejó el peligro cartaginés de Sicilia durante setenta años. Convertido en amo
absoluto de toda Sicilia, hizo pública su intención de renunciar a la tiranía,
pero su propuesta fue rechazada por una multitud, gobernando sin oposición
hasta su muerte, a causa de una enfermedad, en 478 a. C.
Fue honrado como un héroe, y su memoria objeto de tal respeto que, cuando las
estatuas de bronce representando a los tiranos de Siracusa fueron retiradas por
Timoleón (150 años después), se hizo una excepción con la de Gelón.
Gelón era hijo de Deinomenes,
tirano de la ciudad siciliana de Gela, más conocido por conquistar Catania, en
la costa oriental de Sicilia. El historiador Heródoto escribe que sus ancestros
venían de la isla de Tilos en el mar Egeo, quienes fundaron la ciudad de Gela
en el sur de Sicilia. Se dice que uno de sus parientes, Telines, reconcilió a
sus habitantes tras un periodo de desorden civil, gracias a los ritos a las
diosas del inframundo, Démeter y su doncella Kore, y todos sus descendientes
continuaron la tradición sacerdotal en el culto a estas diosas. Gelón mismo
parecía ser un sacerdote de este culto. Sus tres hermanos fueron Hierón,
Trasíbulo y Polícelo. Deinomenes consultó al oráculo sobre el destino de sus
hijos, y fue informado de que los tres estaban destinados a convertirse en
tiranos.
Gelón fue entonces nombrado nuevo tirano de Siracusa, y dejó a su hermano
Hierón al cargo de Gela. De acuerdo a Heródoto, trasladó la mitad de la
población de Gela a Siracusa y destituyó a los aristócratas de Camarina.
Continuó su estrategia expansionista, conquistando la vecina Eubea (483 a. C.)
y Megara Hiblea. Destituyó por la fuerza a la aristocracia de estas ciudades y
la envió a Siracusa, y esclavizó al resto de la población para expulsarla de
Sicilia. El motivo de ello, de acuerdo a Heródoto, es que había sido criado
como un noble y se hallaba constantemente en presencia de nobles, y «encontraba
una molestia compartir su hogar con gente común».
Cuando los megaranos de Sicilia se rindieron a él (Gelón) tras un sitio, separó
a los más ricos, que habían hecho la guerra contra él y esperaban ser
ejecutados, y les llevó a Siracusa para convertirles allí en ciudadanos. En
cuanto a las gentes comunes de Megara, que no tenían nada que ver con la guerra
y esperaban que no se les hiciera ningún daño, también fueron llevados a
Siracusa y vendidos como esclavos para ser llevados fuera de Sicilia. (Heródoto, Historias VII, 156)
Siracusa prosperó rápidamente
bajo el gobierno de Gelón. Junto a un importante programa de obras públicas,
Gelón organizó un poderoso ejército mercenario. La mayoría de los reclutas de
su ejército venían de las tribus sículas nativas, aunque algunos procedían de
la patria griega, soldados que habían combatido seguramente con Gelón algún
tiempo atrás. Los efectivos completos ascendían a unos 10.000 hombres, todos
los cuales recibieron la ciudadanía siracusana.
Existe cierta incertidumbre
sobre la conducta de Gelón tras el rechazo griego a sus pretensiones. De
acuerdo a Heródoto, envió a Cadmo de Cos con dinero y regalos a esperar en
Delfos el desenlace del conflicto y, de ser este desfavorable para los griegos,
hacer ofertas de sumisión al monarca persa.
El mismo Heródoto, sin embargo,
añade que los griegos sicilianos aseguran que se preparaba para unirse a las
fuerzas de la alianza, cuando a sus oídos llegaron las nuevas de la invasión
púnica de Sicilia. Del mismo modo se pronuncia Éforo de Cime.
Los cartagineses se hallaban
entonces establecidos en la costa occidental de Sicilia. Terón de Acragas había
proclamado la independencia de toda Sicilia de los púnicos tras derrotar al
tirano Terilo en Hímera. Terilo acudió a Cartago en busca de un poderoso aliado
para ayudarle a recuperar Hímera. Los púnicos respondieron a su súplica, viendo
en ello una oportunidad para extender su dominio sobre la isla. La oportunidad
era propicia ahora que la Grecia continental se hallaba bajo la amenaza persa.
Un contingente del ejército de Gelón consiguió penetrar en el campamento
púnico, disfrazándose como aliados de la vecina ciudad de Selino. Una vez en el
interior, dieron la señal al resto de las tropas de Gelón, que se hallaban
estacionadas en las montañas sobre el campamento, prendiendo fuego a los barcos
de Amílcar. La subsiguiente batalla resultó en una completa victoria para Gelón
y Terón, con unas bajas estimadas de 150.000 cartagineses, incluyendo al propio
Amílcar. Según los historiadores clásicos, esta victoria se produjo en el mismo
día que la batalla de Salamina tenía lugar al oriente.
Gelón murió en 478 a. C. tras
gobernar Siracusa durante siete años. El control del reino pasó entonces a su
hermano Hierón, quien gobernó una década hasta su muerte, tras la que estalló
una disputa por la sucesión que acabó con la disolución del Estado siracusano.
La primera contribución digna de
mencionar de Gelón al mundo griego, y más específicamente siciliano, fue la
fundación de Siracusa como capital, a la que convirtió en «la mayor ciudad
griega de occidente». La localización de la ciudad propiamente dicha la
convirtió en un lugar privilegiado para tal papel. La ciudad se encontraba en
una isla, conectada con el interior por una península, construida en el Siglo
VI a. C.. Miraba a oriente, hacia la patria griega, y poseía su propio puerto.