El
bronce de Corinto era famoso y apreciado. Una vez, al poner en venta un
candelabro de este material, un subastador llamado Theron ofreció como regalo a
un esclavo llamado Clesipo, cardador jorobado y tipo de extrema fealdad. Una
mujer rica llamada Gegania compró el candelabro por 50 000 sestercios y con él
se llevó al esclavo contrahecho. Tan contenta estaba con sus adquisiciones que
organizó una fiesta para exhibirlos. Allí, simplemente para divertir a los
invitados, Clesipo apareció completamente desnudo. A Gegania le invadió una
lujuria desvergonzada y se lo llevó a la cama, y poco después lo incluyó como
heredero en su testamento. Inmensamente rico a la muerte de la mujer, Clesipo
adoraba aquel candelabro como a un dios protector… Sin embargo, su inmoral
comportamiento fue vengado por el elaborado sepulcro erigido por Clesipo, a
través del cual el recuerdo de la vergüenza de Gegania pervivió sobre la tierra
desde entonces.
(
Historia Natural)
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