Melania
la Joven o Valeria Melania (Roma, c. 383-Jerusalén, 31 de diciembre de 439) fue
una santa cristiana del grupo de las Madres del desierto que vivió durante el
reinado del emperador Flavio Honorio Augusto, hijo de Teodosio I. Fue nieta por
parte de padre de Melania la Vieja.
Nacida
en el seno de una rica familia aristocrática de origen hispano, era hija del
senador Valerio Publicola (hijo del Praefectus Urbi Romae Valerio Maximo
Basilio y de Melania la Vieja), de la gens Valeria y de Ceyonia Albina, de la
gens Ceyonia, ambas familias de gran ascendencia en la Roma de la época.
Sus
posesiones en tierras y villas se extendían desde la Hispania romana a Roma,
Campania, Sicilia, África romana, Mauritania o Britania.
A los
14 años, se casó con su primo por parte de padre Valerio Piniano (hijo del
prefecto Valerio Severo), que tenía 17 años. Después de la prematura muerte de
los dos hijos habidos en el matrimonio, y después de que estuviese a punto de
morir Melania al nacer el segundo, los esposos estuvieron de acuerdo en mejor
dedicarse a servir a Dios, manteniendo al tiempo un celibato. El padre de
Melania observó todo con gran desilusión, pero en su lecho de muerte cinco años
después, pidió perdón a Melania por impedir su vocación al celibato y le legó
todos sus bienes.
En el
año 406, siguiendo los consejos de su abuela, Melania y de acuerdo con su madre
Albina y su esposo Piniano, Melania decidió abandonar su rica residencia romana
para mudarse junto a sus sirvientes a una casa de campo próxima a Nola, cerca
de su pariente lejano Paulino de Nola.
En el
408, ante la invasión de los bárbaros, prefirió mudarse a las fincas que su
familia poseía cerca de Mesina (Sicilia) donde vivieron con gran austeridad,
dedicándose al cuidado de los necesitados y los presos. Atraídos por su fama,
muchos jóvenes se reunieron a su alrededor, fundando centros de vida monástica.
Decidieron
vender sus posesiones en Italia para donárselas a los pobres antes de pasar al
norte de África en el 410, instalándose en Cartago y Tagaste (Numidia), donde
cultivaron la amistad de Agustín de Hipona y se dedicaron a una vida de piedad
y obras de caridad. Juntos fundaron dos conventos de monjes y dos de monjas.
Melania se convirtió en abadesa de uno de ellos y destacaba por su austeridad,
alimentándose frugalmente cada tercer día y ocupándose principalmente de copiar
manuscritos en griego y latín.
En el
417 Melania decidió ir a Jerusalén con su marido y su madre, donde viviría
veintidós años. Allí continuó sus donaciones a los necesitados con el producto
de la venta de sus propiedades en España y fundó un monasterio, cerca del Monte
de los Olivos. En Belén conoció a Jerónimo de Estridón, convirtiéndose en un
fiel amigo y colaborador. Fue a visitar a los Padres del desierto a la cuna del
monaquismo oriental en Egipto, pasando por Alejandría, quedando profundamente
impresionada por la sencillez de su vida ascética.
En el
431 moriría su madre Albina y un año después su marido Piniano. En el 436, fue
a Bizancio, a consolar a su rico tío Rufio Antonio Agrypnio Volusiano, que
accedió a ser bautizado muy enfermo, a pesar de su fe pagana.
La
emperatriz Elia Eudocia, durante una peregrinación a Jerusalén en el 437, le
pidió consejo para hacer donaciones a las iglesias y monasterios de la Ciudad
Santa.
En
diciembre del 439, Melania siente aproximarse a la muerte y se dirige a Belén
para asistir a la Misa de Navidad, donde oró por sus hermanas, las bendijo y
las pidió perdón por su severidad. Finalmente, moriría pacíficamente el 31 de
diciembre de ese mismo año.
Su
monasterio entró en el Leccionario de Jerusalén como estación litúrgica. Sería
destruida en el 614 durante las invasiones persas.
Gerontio,
su biógrafo, escribió su vida en griego. También hay elementos biográficos en
la Historia Lausiaca de Paladio de Galacia y en La vida de Pedro el Ibérico.
Su
fiesta se celebra el 31 de diciembre. En Ucrania, Malanka («Día de Melania») se
celebra el 13 de enero, víspera del año nuevo en el Calendario Juliano.
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