viernes, 19 de junio de 2015

REUNIÓN EN LA TIENDA DE MANDO DE MARCO PORCIO CATÓN, EN ÁFRICA, JUNTO CON EL GOBERNADOR ACIO VARO



Diecisiete hombres se reunieron en la sala de audiencias del gobernador a la segunda hora del día siguiente.

Con desánimo, Catón pensó: ¡Oh, vuelvo a mi antiguo ambiente, pero ya le he perdido el gusto! Quizá sea un defecto de mi carácter el detestar el mando, pero si es un defecto, me ha llevado a adoptar una filosofía que se ha arraigado inexorablemente en mi alma. Conozco los parámetros exactos de lo que debo hacer. Puede que los hombres se burlen de tanta abnegación, pero la inmoderación es mucho peor, ¿y qué es el mando sino una forma de inmoderación? Henos aquí, trece hombres con togas romanas, a punto de despedazarnos unos a otros por una concha vacía llamada tienda de mando. ¡Una metáfora, incluso! ¿Cuántos comandantes habitan realmente una tienda, o si lo hacen, la mantienen austera y sencilla? Sólo César. ¡Cuánto me duele tener que admitirlo!


 ( C. McC. )

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