Por eso se hizo famosa la siguiente anécdota jocosa
relacionada con las termas. En una ocasión vio a un soldado veterano al que
había conocido durante el servicio militar restregándose la espalda y el resto
de su cuerpo contra una pared. Le preguntó entonces por qué recurría a los
mármoles para rascarse y cuando le oyó decir que lo hacía porque no tenía un
esclavo que lo hiciera por él, le dio unos cuantos esclavos y el importe de su
mantenimiento. Otro día, sin embargo, varios ancianos empezaron a restregarse
contra la pared para provocar la generosidad del emperador. Entonces los mandó
llamar y les dijo que se rascaran unos a otros.
( Espartiano )
tienes que claridad mas porque si no no se puede hacer trabajos
ResponderEliminaryaya
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