martes, 23 de junio de 2015

TRAS DERROTAR A FARNACES DEL PONTO EN ZELA, CÉSAR REPARTE EL BOTÍN ENTRE SUS SOLDADOS





Donó el botín a sus legados, tribunos, centuriones, legiones y caballería, rehusando quedarse con el porcentaje correspondiente al general; él tenía ya sus coronas, y con eso le bastaba. Cuando concluyó la ceremonia del reparto del botín, los soldados de bajo rango eran diez mil sestercios más ricos, y los legados como Bruto y Casio habían amasado cien talentos por cabeza. Eso era lo que había quedado en el campamento cimerio, así que ¿quién sabía qué se había llevado Farnaces? No obstante, nadie recibió el dinero en mano; se trataba de un ejercicio contable realizado por representantes electos, ya que el botín en sí se mantenía intacto hasta ser exhibido en el desfile triunfal del general, tras lo cual se distribuía el dinero.



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