lunes, 15 de junio de 2015

CARTA DE PUBLIO VENTIDIO BASO A MARCO ANTONIO



El territorio era ideal. Tengo la armadura dorada de Pacoro para exhibirla en mi triunfo; mis hombres me han aclamado imperator en el campo tres veces, como puedo testimoniar si tú lo requieres. No tenía sentido librar una guerra de contención en ningún momento de esta campaña, que progresó en un orden natural en una serie de tres batallas. Por supuesto, comprendo que el cierre de mi campaña no es causa de queja para ti. Te ha dado una Siria segura donde poder reunir a tus ejércitos -incluido el mío, que pondré en cuarteles de invierno alrededor de Antioquía, Damasco y Chalcis-para tu gran campaña contra Mesopotamia.


Sin embargo, ha llegado a mis oídos que Antíoco de Cotnagene firmó un tratado con Pacoro que cedía a Comagene el gobierno parto. También obsequió a Pacoro con alimentos y provisiones, un hecho que permitió a Pacoro entraren Siria sin verse afectado por los habituales problemas que representa mantener a una gran fuerza de caballería. Por lo tanto, en marzo tengo la intención de llevar siete legiones al norte, hasta Samosata, y ver qué tiene que decir el rey Antíoco de su traición. Silo y dos legiones marcharán a Jerusalén para poner al rey Herodes en su trono.


El rey Herodes ha sido de gran ayuda para mí. Sus agentes propagaron informaciones falsas entre los espías partos que me permitieron encontrarme en el territorio ideal cuando los partos desconocían totalmente mi paradero. Creo que Roma tiene en él a un aliado digno de su peso. Le he dado cien talentos para que vaya a Egipto y compre provisiones para su familia y la familia del rey Hircano, que está instalado en el mismo retiro de montaña imposible de ser ocupado. Sin embargo, mi campaña me ha dado diez mil talentos de plata de botín, que van de camino a la tesorería en Roma mientras escribo. Una vez que haya celebrado mi triunfo y el botín haya sido liberado, tú te beneficiarás considerablemente. Mi parte, de la venta de esclavos, no será grande, porque los partos lucharon hasta la muerte. Reuní alrededor de mil hombres del ejército de Labieno y los vendí.


En cuanto a Quinto Labieno, acabo de recibir una carta de Cayo Julio Demetrio, que se halla en Chipre, donde me informa de que capturó a Labieno y lo mandó ejecutar. Deploro este último hecho porque no creo que un simple liberto griego, incluso uno del difunto César, tenga autoridad suficiente para ejecutar. Pero te dejo a ti la decisión final, como corresponde.


Puedes estar seguro de que cuando llegue a Samosata me ocuparé duramente de Antíoco, que ha abandonado el estatus de Comagene como amigo y aliado. Espero que os parezca bien a ti y a los tuyos.

Firmado PUBLIO VENTIDIO BASO

( C. McC. )




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