Cuando Aníbal se hallaba desterrado de Cartago, se puso al
frente de las tropas del rey Prusias de Bitinia frente a Éumenes, rey de
Pérgamo. Al ver que el enemigo lo superaba en fuerzas en una batalla naval,
comprendió que su única esperanza residía en capturar a Éumenes.
Identificó la nave
del rey enviando a un emisario con una carta para él, en la que aparentemente
le ofrecía un tratado de paz ( aunque en realidad lo que pretendía era
engañarlo). Se fijó en cuál era la nave a la que era conducido su emisario y
concentró el ataque contra ella, ordenando a sus hombres distraer a las
tripulaciones de los otros barcos enemigos bombardeándolos con vasijas de barro
llenas de serpientes venenosas.
( Cornelio Nepote en "Aníbal")
No hay comentarios:
Publicar un comentario