La Divinidad te ha dotado de armas para hacer frente aun a los
acontecimientos más espantables. Tales armas son, entre otras, la grandeza del
alma, la fuerza, la paciencia y la constancia. Sírvete, pues, de ellas, y si no
lo haces, confiesa, en vez de lamentarte, que has arrojado las armas con lo que
te había hecho fuerte.
Pasión por los romanos. Un blog de divulgación creado por Xavier Valderas que es un largo paseo por el vasto Imperio Romano y la Antigüedad, en especial el mundo greco-romano.
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