ULPIA
SEVERINA: LA EMPERATRIZ QUE GOBERNÓ EL IMPERIO ROMANO
Ulpia
Severina fue una emperatriz romana consorte, esposa del emperador Aureliano desde c. 270 a 275. Severina nació en
una familia noble de la provincia romana de Dacia, en lo que hoy es Rumania.
Desde temprana edad, demostró una gran inteligencia y una educación esmerada.
Su belleza y encanto también eran reconocidos, lo que la convirtió en una
candidata deseable para un matrimonio político estratégico. Pero no solo eso,
sino que también fue la única emperatriz que gobernó por sí sola el Imperio
Romano por derecho propio durante un breve período de interregno tras la muerte
de su esposo. Su vida está envuelta en misterio y solo se la conoce por
acuñaciones numismáticas e inscripciones, ya que ninguna fuente literaria
sobreviviente la menciona. ¿Quién fue esta mujer que se atrevió a tomar las
riendas de un imperio dominado por hombres?. Te lo cuento en esta detallada y
entretenida biografía:
PRIMEROS
AÑOS Y FAMILIA
No se
sabe con certeza cuándo ni dónde nació Ulpia Severina, pero se cree que pudo
haber sido a principios del siglo III en alguna provincia del Danubio,
posiblemente Dacia (actual Rumanía). Su nomen Ulpia sugiere que pudo haber
estado relacionada con el emperador Trajano o con el usurpador Leliano,
debido a que ambos compartían el mismo nomen, y quizás de Dacia, donde el
nombre era común.
En el
año 218 d.C., Severina contrajo matrimonio con Lucio Domicio Aureliano, que
sería conocido como el emperador Aureliano. Este matrimonio fue una unión
política destinada a fortalecer los lazos entre la nobleza dacia y el
emperador. A pesar de que Aureliano era un líder militar y un gobernante
respetado, su reinado estuvo lleno de desafíos y amenazas, como las invasiones
bárbaras y las revueltas internas. Antes de que se convirtiera en emperador en
el año 270, Aureliano era un general de origen humilde que ascendió por el
escalafón militar hasta llegar al trono durante la crisis del siglo III, una
época de inestabilidad política, económica y social que amenazaba la
supervivencia del imperio.
Severina
desempeñó un papel fundamental durante este período turbulento. Aunque no hay
muchos registros que detallen sus acciones específicas, se cree que ejerció una
gran influencia sobre su esposo, aconsejándolo en asuntos de gobierno y
política. Algunos historiadores incluso sugieren que Severina pudo haber
participado activamente en la toma de decisiones y en la resolución de
conflictos durante el reinado de Aureliano.
EMPERATRIZ
CONSORTE
Probablemente
fue proclamada augusta en el otoño de 274, después de que Aureliano celebrara
su triunfo en Roma. Recibió los títulos de Pía, Agusta y Mater Castrorum,
Senatus et Patriae (Madre de los ejércitos, del Senado y de la Patria), que se
otorgaban a las emperatrices de forma tradicional desde Otacilia Severa, la
esposa de Filipo el
Árabe.
Como
esposa del emperador, Ulpia Severina acompañó a Aureliano en sus campañas
militares contra los bárbaros y los usurpadores que se habían hecho con el
control de algunas regiones del imperio. Entre sus logros más destacados están
la derrota de los godos en Iliria, la recuperación de las Galias y Britania
bajo el dominio de Tétrico
I y la conquista de
Palmira y Egipto bajo el dominio de Zenobia. La influencia de Severina no se limitaba al ámbito político. También
fue una figura destacada en la sociedad romana de la época. Se sabe que fue una
patrona de las artes y las letras, apoyando a poetas y filósofos. Además, fue
una defensora de la religión romana tradicional y se dice que promovió la
construcción de templos y la celebración de rituales en honor a los dioses
romanos.
Una
de las acciones más destacadas de Severina fue su apoyo a la política de
Aureliano de restauración del Imperio Romano. Durante su reinado, Aureliano
logró recuperar grandes territorios que habían sido perdidos durante el período
de crisis del siglo III. Estas victorias militares llevaron a la restauración
de la unidad y la estabilidad del imperio.
Su
imagen aparece en numerosas monedas junto a la de su esposo o sola, mostrando
su importancia y su influencia. También se han encontrado inscripciones
dedicadas a ella en varios lugares del imperio, como Roma, Ostia, Aquilea o
Antioquía.
EMPERATRIZ
REINANTE
Aureliano
fue asesinado en septiembre u octubre de 275 por una conspiración de oficiales
en Tracia. Su muerte dejó un vacío de poder que duró entre cinco y once semanas
hasta que el Senado eligió a Tácito como su sucesor. Durante ese tiempo es muy probable que Ulpia Severina
decidiera ocupar el cargo de emperatriz del Imperio Romano de forma legítima.
La
principal fuente para constatar este gobierno se encuentra en la numismática,
ya que se acuñaron algunas monedas que representan a la emperatriz haciendo uso
de abundantes temas militares (principalmente de la Concordia Militum), que
datan de momentos posteriores a la muerte de su marido. Este hecho inusual pone
de manifiesto la posibilidad que Ulpia Severina hubiera sido la primera mujer
que gobernó el Imperio Romano por derecho propio.
Además,
se han encontrado inscripciones que la nombran como Augusta y Dominus Noster
(Nuestro Señor), un título reservado solo para los emperadores. También se ha
sugerido que pudo haber nombrado a su hija como César, es decir, como heredera
del trono, aunque no hay evidencias claras de ello.
No se
sabe cómo fue su relación con Tácito, el nuevo emperador elegido por el Senado,
ni si tuvo algún papel en su elección. Tampoco se sabe qué pasó con ella
después de que Tácito asumiera el poder. Algunos historiadores creen que pudo
haber muerto poco después, otros que se retiró de la vida pública o que siguió
influyendo en la política desde las sombras. Lo cierto es que su nombre
desaparece de las fuentes y su destino queda en la oscuridad.
CONSIDERACIONES
FINALES
En un
contexto histórico y social en el que el poder estaba predominantemente en
manos de hombres, el hecho de que Ulpia Severina gobernara el Imperio Romano
como emperatriz reinante fue extremadamente difícil y excepcional. La sociedad
romana de la época estaba arraigada en una mentalidad patriarcal y machista,
donde las mujeres tenían roles y responsabilidades limitados. Sin embargo,
Severina desafió estas normas establecidas y se convirtió en una figura de
poder por derecho propio siendo una mujer extraordinaria que se atrevió a hacer
lo que ninguna otra había hecho antes: gobernar el Imperio Romano por sí misma.
Su caso es único en la historia romana, ya que ninguna otra emperatriz o mujer
influyente logró ejercer el poder supremo sin depender de un marido, un hijo o
un hermano. Comparando el caso de Severina con otras emperatrices y mujeres
influyentes de la historia romana, podemos ver que cada una enfrentó desafíos
únicos y superó barreras establecidas. Livia Drusila, por ejemplo, ejerció una
gran influencia política a través de su esposo, el emperador Octavio Augusto.
Agripina y Mesalina también utilizaron su posición de emperatriz para influir
en la política y obtener poder. Sin embargo, ninguna de ellas alcanzó el
estatus de emperatriz reinante como lo hizo Severina.
Al
igual que otras emperatrices y mujeres influyentes de la historia romana, como
Livia, Agripina y Mesalina, Severina tuvo que enfrentar numerosos desafíos y
resistencias. La política romana estaba dominada por hombres, y el concepto de
una mujer gobernante resultaba amenazante para muchos de ellos. Además, existía
una desconfianza arraigada hacia las mujeres en posiciones de liderazgo, lo que
llevaba a que se cuestionara su capacidad para gobernar con eficacia.
Ulpia
Severina, en cambio, se enfrentó al desafío de asumir el mando del imperio en
un momento de crisis y de inestabilidad con todos los riesgos que conllevaba, y
de hacerse respetar por el Senado, el ejército y el pueblo. No sabemos cómo lo
consiguió, ni qué obstáculos y resistencias tuvo que superar, pero lo cierto es
que su breve reinado fue un hito histórico que merece ser recordado y valorado.
¿Qué opinas tú de esta emperatriz romana? ¿Crees que fue una buena gobernante o
no? ¿Crees que merece más reconocimiento o no? Te invito a dejar tus
comentarios y a compartir este artículo con tus amigos. ¡Hasta la próxima!.
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