El poeta romano Quinto
Horacio Flaco escribió este consejo en su obra “Epístolas” (I, 18, 106-107): “Evita
las empresas grandiosas; puedes, bajo un humilde techo, aventajar, por tu modo
de vivir, a los reyes y a los amigos de reyes.”
En
este consejo, Horacio nos invita a evitar las empresas grandiosas y a vivir
modestamente. Es decir, a proyectos o trabajos que pueden parecer muy
importantes o impresionantes, pero que en realidad pueden ser muy complicados y
difíciles de llevar a cabo. En cambio, nos
sugiere que es mejor buscar proyectos más modestos, que puedan ser realizados
con menos recursos y esfuerzo, evitando el deseo de realizar grandes hazañas o
ambicionar una posición social elevada que absorbiera nuestras fuerzas más de la cuenta, y en
consecuencia conllevara insatisfacción y frustración.
El
poeta romano da a entender que es posible vivir mejor en un hogar humilde que
aventajar a los reyes y amigos de los reyes en su modo de vida ( queriendo referirse a los más poderosos y ricos del mundo), si se hacen las cosas con sabiduría
y sensatez.
Este
consejo del poeta
romano, es una reflexión sobre la felicidad y la vida
sencilla. Horacio nos recuerda que la felicidad no se encuentra en la riqueza o
el poder, sino en la satisfacción de nuestras necesidades básicas y en el
disfrute de las cosas simples de la vida. Vivir modestamente y con más tranquilidad nos permite ser más independientes y
libres, y nos ayuda a evitar las preocupaciones, las ansias insaciables, y el estrés que conlleva una vida
llena de ambición y deseo de poder y riquezas.
Este
consejo nos enseña que no es necesario tener muchas
riquezas materiales, fama o poder para ser exitosos o felices. En cambio,
Horacio nos anima a cultivar virtudes como la humildad, la honestidad, la
generosidad y la sabiduría. Estas cualidades son las que realmente nos
distinguen como personas y nos permiten alcanzar una vida plena y significativa, en la que aprendiendo a ser sabios,
sabemos hacer lo correcto y terminamos mucho más realizados.
Creo que lo Horacio quería decir es que no debemos preocuparnos
tanto por hacer cosas grandiosas o tener cosas materiales impresionantes, sino
que debemos centrarnos en
vivir de una manera humilde, sencilla, y sin
demasiados agobios. En lugar de buscar la grandeza y la ostentación, debemos
centrarnos en vivir de una manera que nos haga felices y nos permita ser
mejores personas. Esto significa que no debemos preocuparnos tanto por tener
cosas materiales costosas o hacer cosas impresionantes, sino que debemos
centrarnos en ser amables, honestos y respetuosos con los demás. Saber ser humildes, aprender lo
correcto, cuidar de nosotros mismos y de las relaciones que tenemos con los
demás procurando que sean buenas.
De hecho, pienso que Horacio sugiere que vivir de una
manera humilde,
positiva, y sencilla
puede ser incluso mejor que vivir de una manera grandiosa. Si vivimos de una
manera que nos hace felices y nos permite ser mejores personas, sabiendo ganar conocimientos y
cuidar bien la propia salud, entonces podemos aventajar a los reyes y a
los amigos de los reyes, incluso si vivimos en un humilde techo. Porque como dijo una vez alguien: si
tienes salud, y te has ganado el aprecio de la gente que te rodea, lo tienes todo.
Creo, aparte que este consejo ha influido en la cultura romana y en la sociedad actual, por la parte de la filosofía estoica que promueve la vida sencilla y la moderación, que fue muy popular en los tiempos del Imperio Romano, y que sigue siendo relevante en la mentalidad de la vida cotidiana de hoy en día.
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