Tito
Lucrecio Caro fue un poeta y filósofo romano que vivió aproximadamente entre el
99 y el 55 a.C. Su única obra conocida es el poema didáctico De rerum natura
(Sobre la naturaleza de las cosas), en el cual expone las doctrinas del
epicureísmo y la física atomista. Esta obra tiene un gran valor literario y
filosófico, y ha ejercido influencia en poetas como Virgilio y Horacio, así
como en pensadores modernos como Giordano Bruno, Montaigne o Marx. Aunque su
vida está envuelta en misterio y se basa en escasos testimonios de autores
posteriores, como San Jerónimo, Donato y Cicerón.
Según
San Jerónimo, Lucrecio nació en el año 94 a.C. y pertenecía a una familia
aristocrática de la gens Lucretia. Se dice que sufrió un ataque de locura
provocado por un filtro amoroso que le dio su esposa Lucilia, y que se quitó la
vida en el año 55 a.C., después de escribir algunos libros que fueron
corregidos por Cicerón. Sin embargo, esta versión ha sido cuestionada por
muchos estudiosos, quienes la consideran una invención o una confusión. No hay
evidencia de que Lucrecio estuviera casado ni de que Cicerón interviniera en su
obra.
Lo
que sí parece cierto es que Lucrecio fue un amigo íntimo de Cayo Memio, un
político y orador romano a quien dedicó su poema. También se sabe que Lucrecio
fue un seguidor de Epicuro, el filósofo griego que enseñó que el fin último de
la vida es el placer, entendido como la ausencia de dolor y temor. Lucrecio
adoptó la visión materialista y naturalista de Epicuro, según la cual todo lo
que existe está compuesto por átomos indivisibles e invisibles que se mueven en
el vacío infinito. Lucrecio rechazó la idea de una providencia divina que
interviniera en los asuntos humanos y afirmó que los dioses existen pero son
indiferentes al mundo y a los hombres.
De
rerum natura es un poema en hexámetros latinos dividido en seis libros, que
suman aproximadamente 7.400 versos. Su objetivo es explicar la naturaleza del
universo y del ser humano desde una perspectiva materialista y racionalista
basada en las ideas de Epicuro y sus seguidores griegos. Lucrecio se propone
liberar a los hombres del miedo a los dioses y a la muerte, y enseñarles el
camino de la felicidad basado en la moderación de los deseos y el conocimiento
de la verdad.
El
primer libro presenta el tema general del poema y expone la teoría de los
átomos, partículas indivisibles e invisibles que constituyen la materia y se
mueven en el vacío infinito. El segundo libro describe el movimiento de los
átomos y las leyes que lo rigen, así como las propiedades de los cuerpos
compuestos por ellos. El tercer libro se ocupa del alma humana, la cual también
está formada por átomos y se disuelve con la muerte. Lucrecio argumenta en
contra del temor a la muerte y de la creencia en la inmortalidad del alma o en
los castigos infernales. El cuarto libro trata sobre la percepción sensorial,
el pensamiento, los sueños y las pasiones humanas. Lucrecio explica cómo los
átomos producen imágenes o simulacros que llegan a nuestros sentidos o a
nuestra mente, y cómo debemos distinguir entre lo verdadero y lo falso. También
analiza el amor erótico como una pasión irracional que debe ser controlada por
la razón.
El
quinto libro se dedica a explicar el origen del mundo, de la vida, de la
humanidad y de la civilización, desde una perspectiva evolucionista y
naturalista. Lucrecio rechaza las explicaciones mitológicas o religiosas sobre
la creación divina o el destino providencial. Por último, el sexto libro aborda
los fenómenos naturales más complejos o extraordinarios, como los terremotos,
los volcanes, las enfermedades, los rayos o los cometas. Lucrecio demuestra que
todos ellos tienen causas naturales y no son signos de la ira o el favor de los
dioses. El poema termina abruptamente con una descripción de la peste que asoló
Atenas en el siglo V a.C., la cual Lucrecio utiliza como ejemplo de los males
que puede sufrir la humanidad.
La
obra de Lucrecio es una de las más importantes y originales de la literatura
latina. Su poesía combina la belleza formal, la fuerza expresiva, la riqueza
metafórica y la claridad expositiva. Su filosofía anticipa muchos conceptos
científicos modernos, como el atomismo, el vacío, la conservación de la materia
y la energía, el determinismo causal, el evolucionismo y el método
experimental. Su ética propone una visión humanista y hedonista de la vida,
basada en el placer moderado, la amistad, la libertad y la sabiduría.
Lucrecio
ha influido en muchos poetas y pensadores posteriores, tanto antiguos como
modernos. Entre los primeros se destacan Virgilio, Horacio, Ovidio y Lucano.
Entre los segundos se pueden mencionar a Dante, Petrarca, Boccaccio, Montaigne,
Shakespeare, Bacon, Galileo, Newton, Spinoza, Locke, Hume, Voltaire, Rousseau,
Kant, Goethe, Byron, Shelley, Leopardi, Whitman, Emerson, Darwin, Marx,
Nietzsche, Freud y Einstein.
Además,
Lucrecio ha contribuido a preservar y difundir las ideas de Epicuro y sus
discípulos griegos, las cuales de otro modo se habrían perdido. Gracias a
Lucrecio, el epicureísmo se convirtió en una de las corrientes filosóficas más
influyentes y atractivas de la historia del pensamiento occidental.
He
aquí una lista de algunas frases didácticas de la obra "De rerum
natura" de Tito Lucrecio Caro, con su traducción al español y su ubicación
en el poema:
-
Principio caeli terraeque marisque / magni rerumque omnium quae quibus in rebus
/ quove tenore gerantur et qua ratione / gubernentur, expediam (Libro I, versos
52-55)
En
primer lugar, del cielo y de la tierra y del gran mar y de todas las cosas que
en ellos hay, y en qué estado se hallan y con qué orden se rigen y por qué
razón se gobiernan, explicaré.
- Nil
igitur fieri de nilo posse fatendumst / seminibus quoniam res omnis constat
eorum" (Libro I, versos 199-200)
Nada,
pues, ha de admitirse que se forme de la nada, puesto que todas las cosas
constan de semillas.
-
Omnia natura quoniam sunt corpora sola / nec inane in rebus inaneque extra /
praeter corpora quae sunt et loca quae res / omnis cum summa constet (Libro I, versos 445-448)
Puesto
que todas las cosas son cuerpos solamente y no hay vacío en las cosas ni vacío
fuera, excepto los cuerpos que existen y los lugares que ocupan todas las cosas
que con ello se completan.
- Nec
tamen hoc dubites quin omnia corpora quae sunt / in numerum crescant cum res ex
infinito / suppeditat natura" (Libro II, verso 1080-1082)
No
dudes sin embargo que todos los cuerpos que existen aumentan en número cuando
la naturaleza suministra las cosas desde el infinito.
- Nil
igitur mors est ad nos neque pertinet hilum / quandoquidem natura animi
mortalis habetur (Libro III, verso
830-831)
Nada
es, pues, la muerte para nosotros ni nos importa un ápice, puesto que se tiene
por mortal la naturaleza del alma.
- Quapropter
bene cum sititum natura monstravit / verum amorem natis deditque parentibus /
quo conservaret genus humanum atque propagaret
(Libro IV, verso 1019-1021)
Por
lo cual, cuando la naturaleza mostró bien lo que es el amor verdadero dio a los
hijos y a los padres el amor con el que conservó y propagó el género humano.
- Sed
genus humanum multo fuit illud in arvis / durius atque ferum et saevi plenumque
rapinae / nec rationis erat sollertia nota nec ulli (Libro V, verso 925-927)
Pero
el género humano fue mucho más duro y salvaje en los campos y lleno de crueldad
y rapiña y no se conocía la astucia de la razón ni a nadie.
- Quare etiam atque etiam tales fateare
necessest / esse deos merito qui tales corpora possint / efficere ut nostris
sensibus ea nulla appareant (Libro VI,
verso 54-56)
Por
lo cual es necesario confesar una y otra vez que existen con razón tales dioses
que pueden hacer tales cuerpos que no aparecen a nuestros sentidos.
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