Boecio, cuyo nombre completo era Anicio
Manlio Torcuato Severino Boecio (en latín, Anicius Mānlĭus Torquātus Severinus
Bŏēthius) y también fue conocido como San Severino Boecio (Roma, c.
480-Pavía, 524/525), fue un filósofo y poeta latino romano, actividad que
compaginó con su faceta como estadista, político, traductor de filosofía griega
y autor de tratados sobre distintas disciplinas como la música, la aritmética o
la astronomía.
Provenía por parte de madre de una importante y antigua familia
romana originaria de Preneste (localidad cercana a Roma) que se remontaba a los
tiempos republicanos, la gens Anicia, que dio dos emperadores y tres papas. Los
Anicios eran una de las familias más destacadas de la nobleza en época
bajoimperial y desde mediados del siglo IV d. C. eran los líderes de la minoría
cristiana en el Senado. En tiempos de Boecio, la familia emparentaba con la
práctica totalidad de la aristocracia romana. Su padre era Flavio Manlio
Boecio, que había ocupado importantes cargos políticos en la ciudad de Roma
y murió siendo Boecio muy joven. Se encargó de su formación un hombre culto y
antiguo cónsul, el célebre senador y patricio romano Quinto Aurelio Memio
Símaco (nieto del célebre orador pagano que disputó con san Ambrosio).
Símaco se aseguró de dar una excelente educación al joven Boecio, además de
introducirle en un ambiente de poder gracias al cual tuvo grandes oportunidades
de ascenso y promoción a lo largo de su vida. Empezó estudios de retórica y
filosofía, conocimientos que amplió seguramente en Atenas, ciudad en la que es
seguro que vivió al menos durante un tiempo. En la ciudad de Alejandría
terminaría su formación, nítidamente helenística y muy influenciada también por
el neoplatonismo. El estudioso P. Courcelle señaló la fuerte influencia que
sobre Boecio ejerció el filósofo neoplatónico alejandrino Amonio. Su
filohelenismo se vislumbra en el hecho de que dominaba el griego antiguo y
tradujo algunas obras de Platón y Aristóteles al latín. Se casó con Rusticiana,
hija del mencionado senador Quinto Aurelio Símaco (senador y cónsul en el año
485).
En 510 fue consul ordinarius (el cónsul que da nombre al año) en
solitario. En 522 o 523 él mismo fue nombrado magister officiorum, cargo
equivalente a lo que podría llamarse un primer ministro, del rey ostrogodo Teodorico
el Grande. En 522 nombró cónsules a sus dos hijos, Flavio Símaco y Flavio
Boecio.
La acumulación de tanto poder despertó los celos del partido
filogótico, por lo que fue acusado de conspirar a favor del Imperio bizantino
por el referendarius Cipriano, miembro de ese partido. Fue encarcelado,
torturado y decapitado en el Ager Calventienus, al norte de Pavía,
«injustamente» según él mismo, por haber intentado proteger al senado. La
ciudad de Pavía le reconoce y celebra en la liturgia como mártir en la fe.
Boecio es reconocido como mártir de la fe
católica por la martirología romana. León XIII aprobó su culto para la diócesis
de Pavía, donde se confirmó el estatus de santo el 25 de diciembre de 1883. Se
festeja el 23 de octubre.
El papa Benedicto XVI explicó la relevancia de Boecio para
los cristianos de hoy en día al vincular sus enseñanzas con un entendimiento de
la Providencia. También es venerado en la Iglesia Ortodoxa.
Boecio es conocido como «el último romano, el primer escolástico».
Con el propósito de unificar ambas escuelas filosóficas, se
propuso traducir al latín las obras de Aristóteles y de Platón, pero no
concluyó su proyecto: solo se conservan su traducción de las Categorías y del
Peri hermeneias de Aristóteles y una revisión de la traducción realizada por
Mario Victorino de la Isagoge de Porfirio. Étienne Gilson afirma que Boecio
fue, para la escolástica medieval, por sus traducciones, comentarios y
escritos, la principal autoridad en lógica de la Edad Media hasta que en el
siglo XIII fue traducido al latín y comentado directamente el Organon completo
de Aristóteles. En su obra principal realiza la distinción, que luego sería
central para la escolástica, entre id quod est (todo el ente) y quo est o esse
(aquello que hace que el ente sea).
Su obra más famosa es, sin embargo, Consolatio philosophiae,
mencionada en la Edad Media como De consolatione philosophiae. Se trata de un
diálogo entre el propio Boecio y Filosofía, personaje alegórico femenino que se
le aparece a Boecio para aclararle el problema del destino, de por qué los
malvados logran recompensa y los justos no. Filosofía intenta suavizar su
aflicción demostrándole que la verdadera felicidad consiste en el desprecio de
los bienes de este mundo y en la posesión de un bien imperecedero, que coincide
con la Providencia universal que gobierna todas las cosas, concepto este que
toma del Estoicismo. El tema se relaciona directamente con la caída en
desgracia del propio Boecio, por lo cual se piensa que esta obra fue compuesta
en la cárcel durante el largo año que pasó antes de ser ejecutado.
Este trabajo tuvo una gran importancia para la ulterior teología
del Cristianismo medieval, pese a que tanto la metodología como la terminología
que utiliza Boecio son meramente filosóficas y en ningún momento plantea la
cuestión en términos de fe cristiana. Debido a que en su obra maestra, en prosa
y verso, la Consolación, no cita en ningún momento a Jesucristo ni la Sagrada
Escritura, ni explícitamente la fe cristiana, algunos historiadores en los
siglos XVIII y XIX pusieron en duda el cristianismo de Boecio y la autenticidad
de sus obras teológicas; demostrada ésta, la cuestión está definitivamente
resuelta:
«Al descubrir Holder, en 1877, un fragmento de Casiodoro que
atribuye a Boecio un Librum de sancta Trinitate et capita quaedam dogmatica
parece que se puso fin a la controversia y se zanjó la cuestión en favor de la autenticidad
de los Opuscula».
También escribió sobre aritmética (De
arithmetica), música (De musica), geometría, astronomía y de teología (Opuscula
theologiae, cinco libros). Todo con la intención de transmitir a las nuevas
generaciones, a los nuevos tiempos, la gran cultura grecorromana. Precisamente
por este motivo, Boecio ha sido calificado como el último representante de la
cultura romana antigua y el primero de los intelectuales medievales. Su definición
de la eternidad interminabilis vitae tota simul ac perfecta possesio (es la
perfecta posesión de una vida interminable toda ella junta y de una vez) ha
llegado hasta nosotros sin modificación.
He
aquí un listado de 10 obras importantes de Anicio Manlio Torcuato Severino
Boecio:
"La
Consolación de la Filosofía" (Consolatio Philosophiae): Un diálogo en el
que Boecio se consuela a sí mismo a través de las enseñanzas de la filosofía
mientras enfrenta la adversidad.
"Arithmetica":
Tratado matemático que aborda los fundamentos y la teoría de los números.
"De
Trinitate": Obra teológica que explora la naturaleza de la Trinidad en el
cristianismo y cuestiones relacionadas con la divinidad.
"De
Institutione Musica": Tratado sobre música que analiza sus propiedades
matemáticas y su relación con la aritmética y la geometría.
"De
Topicis Differentiis": Ensayo que trata sobre las diferencias temáticas y
ofrece una guía para la argumentación.
"In
Categorias Aristotelis": Comentario sobre las Categorías de Aristóteles,
examinando los conceptos y la lógica aristotélica.
"De
Syllogismo Categorico": Tratado que aborda el silogismo categórico y su
aplicación en la lógica formal.
"De
Differentiis Topicis": Explicación de las diferencias temáticas y cómo se
aplican en la lógica y el razonamiento.
"De
Divisione": Tratado sobre la división lógica y su aplicación en la
argumentación y el razonamiento.
"De
Hypotheticis Syllogismis": Obra que analiza los silogismos hipotéticos y
su uso en la lógica y la argumentación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario