Ferécides de Siros (en griego: Φερεκύδης) fue un filósofo griego
presocrático del siglo VI a. C., maestro de Pitágoras.
Nació en la isla de Siros, una de las Cícladas, en la
45ª Olimpiada; fue hijo de Babis y tío materno de Pitágoras, a quien dispensó
sus enseñanzas. Junto a Anaximandro fue uno de los primeros pensadores
griegos en haber escrito en prosa y es considerado uno de los Siete Sabios de
Grecia, según Diógenes Laercio. Visitó Egipto para aprender teología y
una ciencia de la naturaleza más exacta. Le eran atribuidos poderes de
predicción, que demostró en el caso de un navío que naufragó, de un seísmo y
del asedio de una ciudad (Mesene). Su muerte es también legendaria: o murió
después de haber salvado a Éfeso gracias a su poder de predicción, o se suicidó
en Delfos, o murió de una enfermedad o comido por los piojos y fue enterrado
por Pitágoras en Delos. Enseñaba en una gruta.
Duris de Samos relata su epitafio:
Toda la sabiduría está resumida en mí. Quien quiera
alabarme
Debe alabar antes a Pitágoras, pues es el primero
Sobre la tierra griega. Al decir esto, digo la
verdad.
A su muerte, Diógenes Laercio, indica que Ferécides
escribió a Tales de Mileto un testamento por el que le entregaba sus
obras. Existe una respuesta de Tales a Ferécides, que parece apócrifa, pero que
marca la ironía del viajero que compone su física recorriendo el mundo en la
dirección del prosista encerrado en sí mismo que no busca las instrucciones de
los otros hombres. Aunque apócrifa, esta carta enseña que la mentalidad griega
desprecia los primeros pasos de la prosa en un mundo gobernado por la poesía
oral y su composición, al menos hasta el siglo III a. C.
Ferécides escribió el "Heptamychia"
("Las cinco cavernas"), una de las primeras obras en prosa
atestiguadas de la literatura griega, que formó un importante puente entre el
pensamiento mítico y presocrático. En esta obra, Ferécides enseñó su filosofía
a través de representaciones míticas. Aunque se ha perdido, los fragmentos que
sobreviven son suficientes para reconstruir una idea general básica. Aristóteles,
en la Metafísica (sección 1091 b 8), caracterizó la obra de Ferécides como una
mezcla de mito y filosofía.
Ferécides ofrece una historia del mundo que procede
de la racionalización del pantéon griego. El rey de los dioses no es Zeus sino
"Zas" (el que vive). Su padre es Chronos (el tiempo) en vez de Crono,
del cual surge el agua, la tierra, el aire y el fuego. El antagonismo entre
padre e hijo parece haber sido omitido. Chronos y Zas luchan en una guerra
contra Ofión (el hombre serpiente), y Zas celebra su victoria tejiendo una bata
para Ctonia, que es transformada en Gea (la superficie de la tierra).
La contribución de Ferécides al primer pensamiento
presocrático es la negación de la creación ex nihilo; la autocreación del
cosmos; la naturaleza eterna de los primeros principios.
Marco Tulio Cicerón y Agustín de Hipona piensan
que Ferécides fue el primero que enseñó la inmortalidad del alma.
Obras conocidas:
Primer tratado en prosa sobre la naturaleza.
Un disco que marca la eclíptica y los puntos del
equinoccio, "tropai héliou"; sobre la isla de Siros, lo que es un
enigma, ya que Homero menciona ya estos "tropai héliou" de la
isla de Siros en el diálogo de Ulises y del porquero Eumeo, en la Odisea. Este
texto que nadie ignora da al personaje de Ferécides una silueta un poco
maravillosa e irreal, tomada desde el prisma del relato homérico.
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