miércoles, 17 de junio de 2015

DISCURSO DE MARCO PORCIO CATÓN EN LA ASAMBLEA DE LAS LEGIONES, EN EL DESIERTO CIRENAICO




Legionarios, no comeréis ninguna planta sin que los psylli que nos acompañan nos hayan dicho previamente que es comestible, y os aseguraréis que vuestros hombres hagan lo mismo. A cada uno de vosotros se os proporcionará una cuchara y la cantidad de laserpicium correspondiente a vuestra centuria, y vosotros personalmente administraréis media cucharada a cada hombre.


Será vuestro deber acompañar a las mujeres psylli y a doscientos no combatientes en la recogida y la preparación del silfio. Por lo que sé, la planta ha de triturarse, hervirse y dejarse enfriar, tras lo cual el laserpicium queda a flote en la superficie de la cocción y debe espumarse. Eso significa que necesitaremos leña en un terreno falto de árboles. Por tanto, os aseguraréis de que todas las plantas muertas y secas se recojan y se transporten para quemarlas. Cualquier hombre que intente violar a una mujer psylli será despojado de la ciudadanía, azotado y decapitado. Hablo en serio.

 

¡Y otro asunto muy importante!. Cualquier hombre, sea cual sea su rango, que permita que una cabra se coma su sombrero, tendrá que ir con la cabeza descubierta, y eso significa insolación y muerte. Casualmente tengo aún sombreros suficientes para sustituir a los que ya se han comido las cabras, pero se me están terminando. Así pues, que todos los hombres de esta expedición lo tengan en cuenta: si pierden el sombrero, pierden la vida.


Por otra parte comprendo vuestras desesperadas ansias de estar con una mujer después de todos esos largos meses, pero si sabemos sobrevivir y alcanzamos Útica, tendréis mujeres. Útica significa haber llegado a la civilización, y en donde hay civilización, hay mujeres disponibles para vuestras necesidades. Así que muchos ánimos, que la travesía de ese maldito desierto va a ser muchísimo más dura de la que imagináis.




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