Legionarios,
dentro de siete u ocho años, la tierra ya no será parte de la paga de retiro de
un veterano, así que agradeced que todos los que estáis hoy aquí recibiréis buena
tierra. Estoy creando un aerarium militar, un tesoro separado y distinto del
que hay debajo del templo de Saturno en Roma. El Estado pondrá dinero en él y
ese dinero será invertido al diez por ciento. Los soldados también
contribuirán. En este momento, mis contables están calculando cuánto dinero se
necesitará para mantenerse solvente incluso mientras se pagan las pensiones.
Serán pensiones generosas, acompañadas por una gratificación determinada por la
hoja de servicios.
Ya sé
que todos estáis aquí para recibir tierras y grandes bonificaciones al contado,
pero os pido paciencia, ya que de momento no dispongo ni del dinero para
pagaros. De momento no estoy en posición de complaceros hasta que vaya a Egipto
y derrote a la Reina de las Bestias. Es allí donde está el botín que os dará lo
que reclamáis. ¡No, no os quejéis más!, ¡tened un poco más de paciencia,
muchachos!. No sirve de nada discutir, y mucho menos de manera agresiva. En
este momento, Roma y yo no tenemos un sestercio para daros, ¿entendéis?. Pero mientras
estéis en el campamento recibiréis comida y estaréis cómodos. Ahora bien si
alguno de vosotros se dedica al pillaje, seréis tratados como traidores, ¿os
queda claro, porque no lo voy a repetir?. Sólo os pido y os digo: ¡esperad!, ¡tened paciencia! . Vuestras recompensas
llegarán, os lo aseguro, pero todavía no.
Pero
algo intentaré hacer: enviaré edictos a todos los pueblos y ciudades en
Campania en estos términos: que si cualquier grupo de soldados intenta
saquearlos, el Senado y el pueblo de Roma tomarán todas las medidas de
represalia necesarias. Todo aquel que se dedique al pillaje o se rebele, será
duramente castigado, ¡estáis avisados, soldados, y como os he dicho, no lo voy
a repetir!, no seáis indignos de Roma por una debilidad.
Sólo os pido un poco
más de paciencia y de tiempo, porque ya todos conocéis la situación: ni yo ni
Roma disponemos de dinero por ahora, por lo que inevitablemente tenemos que
ganar esa guerra. Aguantad y esperad dos años, y todos tendréis recompensas y
pensiones muy generosos; intentad rebelaros o desobedecerme, y seréis
castigados sin piedad. Pensadlo bien....
No hay comentarios:
Publicar un comentario