En cierta ocasión, cuando Cleopatra navegaba Nilo adentro para enseñar
Egipto a César con su grandioso barco de lujo "Filopator" (que era lo más parecido a un palacio flotante), le dijo que el templo más hermoso era el de Isis en la isla de
Filas. Le dijo al dictador de Roma, que sus antepasados los Ptolomeos le dieron
un ligero estilo helénico a ese templo, y por eso se lo consideraba el más
hermoso de todo Egipto. Lo mismo le dijo a Marco Antonio cuando la faraona le
invitó a visitar el lugar. Pero conozcamos con más detalle esta isla del Egipto
de adentro, y vayamos por la visita virtual desde esta entrada de mi blog:
Filas, File o Filé (en textos latinos: Philæ, Philae, Filae; en griego: Φιλαί ;
en egipcio: pꜣ-ı͗w-rq) era el nombre de una isla situada en el río Nilo, a once
kilómetros al sur de Asuán, en Egipto (24°01′15″N 32°53′22″E). Fue célebre por
los templos erigidos durante los periodos ptolemaico y romano dedicados al
culto a la diosa Isis que se propagó por todo el Mediterráneo, manteniéndose su
veneración en el templo de File hasta que fue prohibido en tiempos de Justiniano
I, el año 535 d. C.
Isis fue una de las diosas principales del panteón egipcio, pero
sólo a partir de Nectanebo I, faraón de la dinastía XXX, comenzaron a erigirse
edificaciones sacras de cierta importancia en la isla. Los lágidas continuaron ampliando
el complejo y, posteriormente, algunos emperadores romanos como Augusto,
Tiberio, Trajano y Adriano, ordenaron construir más edificaciones.
El culto a la diosa perduró hasta el siglo VI, cuando el emperador
romano de oriente, Justiniano I lo proscribió. El conjunto se reconvirtió en
iglesia cristiana dedicada a la advocación de San Esteban, hasta el siglo XII,
época en que el credo islamista ya se había impuesto como religión mayoritaria
de la población egipcia.
El conjunto de templos de Filé forma parte del Museo al Aire Libre
de Nubia y Asuán, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979
con el nombre de Monumentos de Nubia de Abú Simbel a Filé.
El conjunto de templos de la isla de Filé no constituye un sistema
aislado. Antes bien, está estrechamente vinculado a otros templos cercanos
(Abatón) y a la serie de templos nubios que, desde Filé, jalonan las orillas de
la Baja Nubia. Los faraones (casi de forma continuada en cada reinado) habían
donado "los campos" (el Dodekaschoenos) a la diosa, lo que es lo
mismo que decir: a sus sacerdotes.
En la isla, existe una clara gradación en los templos. El templo
principal es el de Isis, que ocupa la posición axial principal, estando los
otros templos (Arensnufis, Imhotep, etc.) subordinados al de la diosa,
ubicándose transversalmente a dicho eje.
La decoración de los muros de los templos que constituyen el
conjunto de Filé se realizó conforme a un sistema descrito por Eleni Vassilika
(Ptolemaic Philae), según el cual los artistas, siguiendo las directrices de
los teólogos, habrían elaborado una serie de cartones decorativos a partir de
los cuales se habrían ido levantando las decoraciones murales, manteniendo
estrictas normas regladas.
El templo de Arensnufis, divinidad meroítica, de tiempos de Ptolomeo
IV Filópator y Arqamani II, rey de Meroe.
Las columnatas de época de Augusto y Tiberio.
La capilla de Mandulis, divinidad nubia.
El templo dedicado a Imhotep, sabio divinizado de la época de Dyeser.
La puerta de tiempos de Ptolomeo II Filadelfo.
El primer pilono, con los obeliscos de Ptolomeo VIII Evérgetes.
El patio con el mammisi, de Ptolomeo VIII, terminado por Tiberio.
El templo de Isis, decorado en época de Ptolomeo II, terminado por
Augusto y Tiberio.
El templo de Hathor, de Ptolomeo VI Filómetor y Ptolomeo VIII
Evérgetes.
Al oeste está la llamada puerta de Adriano, al pasar por la cual
se llega a la capilla principal y al templo de la diosa Hathor, al este del
templo de Isis. Los pilares están decorados con escenas de músicos, bailarines
y dioses. Al sudeste está el quiosco de Trajano.
Estancias anexas: Entre las principales estancias que alberga el
conjunto, cabe destacar:
La biblioteca. El templo contaba con una biblioteca de textos
sagrados en papiro, para uso de los sacerdotes en su culto diario, así como
para depósito de documentos.
La llamada "Estancia Meroítica". Una de las salas del
templo acoge un interesante grupo de inscripciones y representaciones
meroíticas, de extraordinario interés para la historia de la zona.
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