Me contó una vez mi abuela
Livia Drusila, que le dijo a su marido Tiberio Claudio Nerón lo siguiente:
"Por deseo expreso de César Octavio, ahora debes divorciarte de mí. Hace
cinco meses que estoy embarazada, y tú no eres el padre de mi hijo. He jurado
que no tendría otro hijo con un cobarde, y pienso cumplir con el juramento. El
hijo que espero es fruto de mis relaciones con César Octavio, aunque él piense
que es tuyo".
Mi abuelo Tiberio Claudio
Nerón, haya sentido lo que sintiere cuando escuchó esta confesión, sólo respondió a mi abuela Livia Drusila: "Llama al adúltero César Octavio aquí y discutiremos las cosas juntos, en privado".
En realidad el hijo que
esperaba mi abuela Livia Drusila era de César Octavio, pero él no llegó a
saberlo nunca, y cuando mi abuela le dijo que era de otro ( de su hasta entonces marido Tiberio Claudio
Nerón), Octavio lo creyó. Este hijo era mi tío el emperador Tiberio.
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