Lucio
Volumnio Flama (en latín Lucius Volumnius Flamma Violens) con agnomen Violens,
fue cónsul con Claudio el Censor, por primera vez en el año 307 a. C. Fue
enviado con un ejército consular contra los Sallentinos, un pueblo de Apulia
que habitaba en el talón de Italia, y que en el progreso de las guerras
samnitas se habían convertido en enemigos de Roma. Según Tito Livio, Flamma fue próspero en terreno, tomó varias ciudades por
asalto, y se hizo muy popular entre los soldados por su liberal distribución
del botín. Estos éxitos relatados, sin embargo, son muy dudosos, ya que el
nombre de Flama no aparece en los Fastos Triunfales, y uno de los analistas,
Piso, omite este consulado completamente.
Pero
no hay ninguna razón para dudar de que Flama fue cónsul con Apio Claudio en el
año 296 a. C. Fue el período más crítico de la segunda guerra samnita. Flamma,
en un principio, fue estacionado en las fronteras de Samnio, pero debido a la
aparición de un ejército samnita en el corazón de Etruria, es que se le ordenó
ir en ayuda de su colega. Claudio, al que al principio este hecho molestaba,
debido a la opinión de sus principales oficiales, finalmente aceptó la ayuda de
Flamma.
No
hubo, sin embargo, armonía entre ellos, y tan pronto como sus ejércitos
conjuntos hubieron rechazado el enemigo, Flama regresó a marchas forzadas a la
región de Campania. Los samnitas habían saqueado la llanura de Falerno, y
volvían con su botín y sus cautivos, cuando Flama los interceptó a orillas del
Liris, e hizo la expedición infructuosa. En Roma, a raíz de esta acción, se
ordenó una acción de gracias en nombre del cónsul.
Flama
presidió los comicios consulares siguientes y, debido a su recomendación, el
pueblo eligió como cónsul a Quinto Fabio Máximo Ruliano para el año siguiente.
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