Los esclavos domésticos
que vivían en estrecho contacto con sus amos y disfrutaban de un entorno
bastante confortable, podían contar con ganar pequeñas cantidades de dinero.
Los esclavos que tenían ocupaciones más inhumanas, trabajando en los grandes
latifundios o en las minas, rara vez habrían tenido esas oportunidades. Los
esclavos domésticos se denominan en latín vernae. Esos esclavos podían contar
con que se les dispensaran un trato relativamente humano, pero una de las etimologías
del término que se proponían en la Antigüedad, veri nati, "nacidos en
primavera", sugiere que eran criados como animales.
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