Dicen que los que presenciaron este espectáculo haber sido
el más miserable y lastimoso, porque lo subían del modo que referimos ( por la
ventana de la tumba de Cleopatra), bañado en sangre, moribundo, tendiendo las
manos y teniendo ella clavados los ojos. Porque la obra no fue tampoco fácil
para unas pobres mujeres, sino que Cleopatra misma, alargando las manos y
descolgando demasiado el cuerpo, con dificultad pudo tomar el cordel, animándola
y ayudándola los que se hallaban abajo. Luego que lo hubo recogido de esta
manera y que lo puso en el lecho, rasgó sobre él sus vestiduras, se hirió y
arañó el pecho con las manos, y manchándose el rostro con su sangre, le llamaba
su señor, su marido y su emperador....
Pasión por los romanos. Un blog de divulgación creado por Xavier Valderas que es un largo paseo por el vasto Imperio Romano y la Antigüedad, en especial el mundo greco-romano.
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