domingo, 14 de junio de 2015

CÉSAR VISITA A SERVILIA EN ROMA, TRAS 10 AÑOS SIN VERSE



Servilia se encogió de hombros, pues aquella conversación tan fría le desagradaba. César no Pensaba reanudar su antigua relación; su expresión y movimientos así lo indicaban. Al volver a ponerle los ojos encima por primera vez después de casi diez años, Servília se volvió a ver capturada por su poder. Sí, por el poder. Ésa había sido siempre la gran atracción de aquel hombre. Después de César los demás hombres resultaban insulsus. Hasta Poncio Aquíla no servía más que para mitigar el picor. Inmensurablemente más viejo, pero ni un día más viejo, ese era César. Estaba  surcado de arrugas que hablaban de acción, de la vida en climas duros, de obstáculos conquistados, y tenía el cuerpo tan en forma y tan competente como siempre. Como sin duda lo estaba aquella parte de él que ella no podía ver, que nunca volvería a ver.


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