jueves, 4 de junio de 2015

CÉSAR, HOMBRE DE CONSTANTE E INCANSABLE ACCIÓN




Los hombres de acción también pueden ser pensadores, pero reflexionan sobre la marcha, en medio de los acontecimientos, y César, que sentía horror por la inercia, empleaba todos los momentos de todos los días. Cuando recorría los cientos o a veces miles de millas desde una de sus provincias a otra, llevaba a su lado como mínimo a un secretario mientras él viajaba en un carro tirado por cuatro mulas e iba dictando sin cesar al desventurado. Sólo dejaba de lado el trabajo cuando estaba con una mujer o escuchaba música; era un apasionado de la música.


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