miércoles, 10 de junio de 2015

CARTA DEL TRIBUNO DE LA PLEBE MARCO ANTONIO A CAYO JULIO CÉSAR ASENTADO EN RÁVENA




César, a Quinto Casio y a mí nos maltrataron y nos expulsaron del Senado cuando intentamos interponer nuestro veto contra el senatus consultum ultimum. Es un decreto bastante raro. No te declara hostis ni cita específicamente a Pompeyo, pero autoriza a todos los magistrados y consulares a proteger al Estado contra el veto tribunicio, figúrate.


 La única referencia a Pompeyo es que entre aquellos a quienes se les confía el cuidado del Estado están los «promagistrados que se encuentran en las inmediaciones de Roma». Cosa que atañe tanto a Cicerón, que está ahí plantado en espera de su desfile triunfal, como a Pompeyo, que también se encuentra allí. Yo me imagino que Pompeyo es un hombre decepcionado. Pero ves, eso es una cosa que sí tienen los boni: odian conceder mandos especiales.


Vamos cuatro en camino. Curión y Celio eligieron también abandonar la ciudad. Iremos por la vía Flaminia.


Ah, no sé si te será de alguna utilidad, pero me he encargado de que lleguemos exactamente en las mismas condiciones en que estábamos cuando los lictores lograron echarnos fuera. Lo cual significa que apestaremos un poco, así que tennos preparado un baño caliente.



( C. McC. )



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