viernes, 12 de junio de 2015

CARTA DE CAYO JULIO CÉSAR A MARCO TULIO CICERÓN, LÍDER DE LA FACCIÓN SENATORIAL CENTRISTA


Mi querido Marco Cicerón, tú eres una de las pocas personas implicadas en este lío que quizá tengan la previsión y el valor de elegir un sendero intermedio. Noche y día me preocupa el mal trago por el que atraviesa Roma, que se ha quedado sin timón por el deplorable éxodo de su gobierno. ¿Qué clase de respuesta es gritar tumultus y luego abandonar el gobierno? Porque eso es lo que Cneo Pompeyo, empujado por Catón y los Marcelos, ha hecho. Hasta el momento no he recibido indicación alguna de que ninguno de ellos, incluido Pompeyo, estén pensando en Roma. Y eso a pesar de la retórica.


Si tú quisieras regresar a Roma, sería una gran ayuda. En esto, lo sé, tengo el apoyo de Tito Atico. Es un gran gozo saber que se ha recuperado de ese terrible ataque de fiebres intermitentes. No se cuida lo suficiente. Recuerdo que Ria, la madre de Quinto Sertorio, que se encargó de cuidarme cuando estuve a punto de morir de las fiebres intermitentes, me envió una carta cuando regresé a Roma donde me aconsejaba qué hierbas tenía que colgar y qué hierbas tenía que echar en un brasero para evitar contraer las fiebres. Funcionan, Cicerón. Desde entonces no he vuelto a tener fiebre. Pero, aunque le expliqué lo que tenía que hacer, Atico no quiere tomarse la molestia.

Por favor, considera la idea de volver a casa. No por mí. Nadie te tachará de partidario mío. Hazlo por Roma.

Firmado CAYO JULIO CÉSAR



( C. McC. )


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