Poliperconte
(394-303 a. C.) era un general macedonio que sirvió bajo Filipo II y Alejandro Magno. Después del regreso a Babilonia,
Poliperconte fue enviado de nuevo a Macedonia con Crátero, pero sólo consiguieron llegar a
Cilicia, cuando Alejandro murió el 13 de junio de 323 a. C.
Poliperconte
y Crátero fueron enseguida a Grecia, y ayudaron a Antípatro a acabar con la rebelión griega en la
Guerra Lamiaca. Poliperconte permaneció en Macedonia tras la primera guerra de
los diádocos, en la casa del regente de Macedonia mientras que Antípatro viajó
a Asia Menor para asegurar su regencia sobre todo el Imperio.
A la
muerte de Antípatro en 319 a. C., Poliperconte fue nombrado comandante supremo
y regente de la totalidad del imperio pero pronto entró en conflicto con el
hijo de Antípatro, el ambicioso Casandro, que debía haber sido su lugarteniente. Los dos entraron en una guerra
civil, que se generalizó rápidamente entre todos los sucesores de Alejandro,
con Poliperconte aliándose con Eumenes contra Casandro, Antígono Monoftalmos y Ptolomeo.
Aunque
Poliperconte había acertado inicialmente en asegurar el control de las ciudades
griegas proclamando su libertad, su
flota fue destruida por Antígono Monoftalmos en 318 a. C., y Casandro se
aseguró el control de Atenas al año siguiente. Después de estos hechos,
Poliperconte fue conducido a Macedonia por Casandro, que tomó el control del
débil rey Filipo III
Arrideo y su esposa
Eurídice. Poliperconte huyó a Epiro, donde se unió a la madre de Alejandro
Magno; Olimpia, a la viuda Roxana, y al hijo menor Alejandro IV. Formó una
alianza con Olimpia y el rey Eácides I de Epiro, y Olimpia condujo a su ejército en Macedonía, derrotando al
ejército de rey Filipo III. Éste fue capturado y asesinado, pero pronto
Casandro regresó del Peloponeso, la capturó a ella, y la asesinó en 316 a. C.,
tomando a Roxana y al joven rey bajo su custodia.
Poliperconte
huyó al Peloponeso, donde aún controlaba algunos puntos estratégicos, y se alió
con Antígono, que se había peleado con sus
anteriores aliados. Poliperconte pronto controló el Peloponeso, incluyendo
Corinto y Sición. Después del tratado de la paz de 311 a. C. entre Antígono y
sus enemigos, y del asesinato del joven rey Alejandro IV y de su madre, Poliperconte conservó estas áreas, y cuando la
guerra explotó otra vez entre Antígono y los otros diádocos, Antígono envió al
hijo mayor de Alejandro, Heracles, a Poliperconte, como arma contra Casandro.
Poliperconte, sin embargo, decidió romper con Antígono y asesinó al muchacho en
309 a. C. Conservó el control del Peloponeso hasta su muerte, algunos años más
adelante, pero no desempeñó ningún otro papel en política.
Poliperconte
(394-303 a. C.) era un general macedonio que sirvió bajo Filipo II y Alejandro Magno. Después del regreso a Babilonia,
Poliperconte fue enviado de nuevo a Macedonia con Crátero, pero sólo consiguieron llegar a
Cilicia, cuando Alejandro murió el 13 de junio de 323 a. C.
Poliperconte
y Crátero fueron enseguida a Grecia, y ayudaron a Antípatro a acabar con la rebelión griega en la
Guerra Lamiaca. Poliperconte permaneció en Macedonia tras la primera guerra de
los diádocos, en la casa del regente de Macedonia mientras que Antípatro viajó
a Asia Menor para asegurar su regencia sobre todo el Imperio.
A la
muerte de Antípatro en 319 a. C., Poliperconte fue nombrado comandante supremo
y regente de la totalidad del imperio pero pronto entró en conflicto con el
hijo de Antípatro, el ambicioso Casandro, que debía haber sido su lugarteniente. Los dos entraron en una guerra
civil, que se generalizó rápidamente entre todos los sucesores de Alejandro,
con Poliperconte aliándose con Eumenes contra Casandro, Antígono Monoftalmos y Ptolomeo.
Aunque
Poliperconte había acertado inicialmente en asegurar el control de las ciudades
griegas proclamando su libertad, su
flota fue destruida por Antígono Monoftalmos en 318 a. C., y Casandro se aseguró
el control de Atenas al año siguiente.
Después de estos hechos, Poliperconte
fue conducido a Macedonia por Casandro, que tomó el control del débil rey Filipo III Arrideo y su esposa Eurídice. Poliperconte
huyó a Epiro, donde se unió a la madre de Alejandro Magno; Olimpia, a la viuda
Roxana, y al hijo menor Alejandro IV. Formó una alianza con Olimpia y el rey Eácides I de Epiro, y Olimpia condujo a su ejército en
Macedonía, derrotando al ejército de rey Filipo III. Éste fue capturado y
asesinado, pero pronto Casandro regresó del Peloponeso, la capturó a ella, y la
asesinó en 316 a. C., tomando a Roxana y al joven rey bajo su custodia.
Poliperconte
huyó al Peloponeso, donde aún controlaba algunos puntos estratégicos, y se alió
con Antígono, que se había peleado con sus
anteriores aliados. Poliperconte pronto controló el Peloponeso, incluyendo
Corinto y Sición. Después del tratado de la paz de 311 a. C. entre Antígono y
sus enemigos, y del asesinato del joven rey Alejandro IV y de su madre, Poliperconte conservó estas áreas, y cuando la
guerra explotó otra vez entre Antígono y los otros diádocos, Antígono envió al
hijo mayor de Alejandro, Heracles, a Poliperconte, como arma contra Casandro.
Poliperconte, sin embargo, decidió romper con Antígono y asesinó al muchacho en
309 a. C. Conservó el control del Peloponeso hasta su muerte, algunos años más
adelante, pero no desempeñó ningún otro papel en política.
No hay comentarios:
Publicar un comentario