…será feliz quien se halla libre de pasión y de perturbación,
mientras que cualquiera 
que se halle en un estado de
dolor, pesadumbre y miedo, ¿cómo podría él  complacerse con su vida y, si no se
complace, cómo podría ser feliz? O, si la pesadumbre 
le afecta, ¿cómo no lo harían
también el miedo, la congoja, la ira y la compasión? 
En efecto, cuando los hombres
están a la espera de aquello cuya presencia  les causa pesadumbre, sienten miedo y se
acongojan; se compadecen de 
quienes parecen haberse visto
envueltos en ello sin merecerlo; contra quienes a  fuerza de voluntad lo superan, se irritan,
se encolerizan, y los miran con malos  ojos; cuando ven que prosperan aquellos a
los que odian, sienten celos y envidia,  y se alegran cuando escuchan que han
tenido alguna desgracia. Por tanto, si se  halla uno en un estado de pesadumbre,
¿cómo va a estar libre de alguna pasión?  Y, si no está libre de ninguna, ¿cómo va a
ser impasible ? . Es impasible como debe  ser el hombre feliz, de modo, pues, que no
se apesadumbre por la muerte de un  amigo ni por la de un hijo, si en verdad
ni siquiera lo hace por la suya propia.
Pasión por los romanos. Un blog de divulgación creado por Xavier Valderas que es un largo paseo por el vasto Imperio Romano y la Antigüedad, en especial el mundo greco-romano.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)








No hay comentarios:
Publicar un comentario