viernes, 5 de junio de 2015

EL EMPERADOR GORDIANO I





Marco Antonio Gordiano Semproniano Romano Africano (Marcus Antonius Gordianus Sempronianus Romanus Africanus) (159-12 de abril de 238) fue emperador romano en el año 238.


Se sabe muy poco de su vida privada, suponiéndose por su nombre que su familia provenía de Frigia (Anatolia). Era hijo de Metio Marullus, de la ilustre familia de los Gracos, y de Ulpia Gordiana. Era una simple familia equestre, aunque de grandes riquezas, pero fue ascendiendo en la jerarquía hasta que entró en el Senado. Tenía dos hijos: Marco Antonio Gordiano (Gordiano II) y Maecia Faustina, la madre del futuro emperador Gordiano III.



SUS ORÍGENES Y CARRERA

Pasó su juventud estudiando retórica y literatura, entrando en política siendo ya bastante mayor. Como militar, comandó la IV Legión Escita, cuando estaba estacionada en Siria. En 216 fue nombrado gobernador en Britania, y fue un cónsul competente durante el reinado de Heliogábalo. Como edil promocionó magníficos juegos y espectáculos que le ganaron el favor de la plebe, pero su prudencia y su vida retirada de aspiraciones políticas no despertaron la sospecha de Caracalla, en cuyo honor escribió un poema épico titulado Antoninias. El hecho de que se mantuviera intacto tras los caóticos reinados de los Severos sugiere su poca afición a la intriga.



ASCENSO AL PODER

Durante el reinado de Alejandro Severo, Gordiano (que ya era un anciano de 80 años) se arriesgó con el peligroso gobierno de África. Siendo Gordiano procónsul, Maximino el Tracio asesinó al emperador Alejandro Severo y se autoproclamó su sucesor. Maximino no fue un emperador popular, y el descontento general causado por su opresivo gobierno culminó en una revuelta en África, en 238. Esta revuelta era dirigida por los ricos y jóvenes terratenientes de la región de Tisdro, opulenta por el cultivo de olivo, quienes unieron a sus esclavos y los armaron. Tal grupo pensaba instaurar al anciano procónsul Gordiano como emperador.


Gordiano se hico eco del clamor popular y asumió tanto el cargo de emperador como el título de Africano el 22 de marzo de ese año. Insistió, por su avanzada edad, en asociar al trono a su hijo Gordiano II. Pocos días después entró en la ciudad de Cartago, siendo vitoreado por la población y por los líderes locales. Mientras tanto en Roma el prefecto pretoriano de Maximino era asesinado, y parecía que la rebelión iba a tener éxito. El Senado confirmó a Gordiano como emperador y la mayoría de las provincias se pusieron de su parte.



MUERTE

Curiosamente la oposición a su reinado vendría de la vecina provincia de Numidia. Capeliano, gobernador de Numidia y leal a Maximino el Tracio, renovó su alianza con el antiguo emperador e invadió la provincia de África con varias legiones de veteranos. Gordiano fue vencido, y su hijo Gordiano II murió en la batalla. Apenado por la muerte de este último, Gordiano se suicidó con su propio cinturón. Había sido emperador sólo 36 días.


La razón de la victoria de Capeliano radica en que se enfrentó a tropas sin experiencia y a que estas estaban pobremente armadas, muchos soldados sólo usaron arcos y lanzas de caza. Capeliano luego capturó y ejecutó a muchos de los líderes de la rebelión y a confiscar sus ricas propiedades. Posteriormente este mismo general y gobernador de Numidia será derrotado en batalla y asesinado.


Gordiano merece la alta estima que se le tuvo por su carácter amigable. Tanto él como su hijo eran versados en literatura, consiguiendo grandes elogios por sus publicaciones. Esta admiración se extendió también a la forma de llevar las cuestiones de estado. Habiéndose puesto del lado de Gordiano, el Senado se vio obligado a continuar la revuelta contra Maximino, designando a Pupieno y a Balbino como co-emperadores, quienes demostraron su lealtad al ex-emperador nombrando emperador a su nieto, como Gordiano III, a finales de 238.




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