Heliodoro (Ἡλιόδωρος) de Emesa (Siria) fue un escritor griego, autor de la
novela Etiópicas (Αἰθιοπικά),
conocida también como Teágenes y Cariclea (Θεαγένης καὶ Χαρίκλεια).
Nada se sabe con seguridad de su vida, que se data de
forma variable entre los siglos III y IV. Sócrates de Constantinopla (siglo
V) identifica al autor de Etiópicas con un cierto Heliodoro, obispo de Trica,
pero dicho nombre era muy común en la época. La noticia apareció por primera
vez en la Historia de la Iglesia de Sócrates. Nicéforo Calixto (siglo
XIV) extiende esta historia, relatando que el trabajo fue escrito en los
primeros años de este obispo, antes de convertirse al cristianismo, y que
forzado a elegir entre renegar de su autoría o renunciar al obispado, prefirió
lo segundo. Sin embargo, la mayoría de eruditos rechazan esta identificación.
Dos particularidades asignan a la novela de Heliodoro
un puesto especial. En primer lugar, el inusitado virtuosismo en la técnica
narrativa; por otra parte, constituye un relevante testimonio de que nuevas
fuerzas religiosas penetran en esa época. En esta novela de Heliodoro, como en
las demás, se percibe con especial claridad que la lengua es producto artificioso.
Todos los recursos del arte retórico y apoyaturas poéticas no pueden desmentir
el carácter pobretón de este estilo. Se construyen pero no se redondean grandes
períodos. La manía, sobre todo, de recargar las oraciones amontonando
participios conduce a la formación de cláusulas monstruosas.
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