La
Batalla de Argentovaria o Argentaria
(378) fue un enfrentamiento militar librado entre el Imperio romano de
Occidente y una hueste invasora de los lentienses. Acabó en una completa
victoria romana y el pueblo vencido desapareció de la historia.
A
finales de 364 los alamanes negociaron la paz con el emperador occidental
Valentiniano I. En enero de 365 volvieron a hacer sus incursiones. El emperador
debe marchar contra el usurpador Procopio, mientras el nuevo magister equitum
Flavio Valente Jovino era encargado de vencer a los bárbaros. En enero de 366
tres grandes contingentes de alamanes cruzan el Rin pero Jovino logra dispersar
a uno en marzo en Scarponna (Dieulouard). Un mes después, vence al segundo
cuerpo y el último y principal lo enfrenta en Catelauni (Châlons-en-Champagne). Los alamanes debían ser 20.000 guerreros, quedando muertos 6.000 y heridos 4.000 frente a 1.200
romanos caídos. El general es nombrado cónsul en 367 en premio a sus victorias. A fines de ese año los alamanes saquearon Mogontiacum y el
emperador en persona, acompañado de su hijo mayor, marchó en persona y les
venció en Solicinium en 368. Entre 369 y 370 animó a los burgundios a que
atacaran a los alamanes. En 372 los alamanes vuelven a incursionar sin éxito y
en 374 su rey, Macriano, se rindió. En
375 vence a los sármatas en la frontera de Panonia y estaba preparando una
campaña contra los cuados que la cancela su muerte. Al morir el emperador y ser sucedido por su hijo, Graciano
el Joven, la frontera estaba en paz pero la situación cambió un año después.
Tras
ser vencidos por los hunos, los tervingios solicitaron permiso al emperador
Valente de Oriente, tío de Graciano, para cruzar el Danubio como refugiados. Pronto el número de migrantes fue demasiado alto para las
capacidades de las autoridades romanas locales y los germanos empezaron a
sufrir hambre. Fueron enviados a Marcianópolis,
donde las autoridades les prometieron darles comida, pero viendo su número y
rabia, el gobernador Lupicino decidió dejarlos sin mando. Organizó una cena en
la ciudad y asesino al jefe Alavivo, el otro caudillo germano, Fritigerno,
logró escapar. Los germanos se sublevaron y pronto
se hicieron con Tracia aprovechando que el Graciano estaba luchando con los
alamanes y Valente con los sasánidas.
Pronto
más tribus empiezan a tentarse con cruzar el Danubio ante esta situación.
Valente debe negociar la paz con los sasánidas y le pide ayuda a su sobrino.
Tras la llegada de nuevos grupos de invasores y las derrotas de sus
lugartenientes, ambos emperadores deciden que la única forma de pacificar la
frontera es interviniendo personalmente con sus principales ejércitos. Por entonces, es probable que Graciano contara con un
ejército de operaciones similar al de su tío, 15.000 a 20.000 efectivos.
Mientras
su tío dejaba Armenia, Graciano se preparaba para dejar las bases de la Galia y
marchar al Este. En el invierno de 377-378 un centinela
alamán del ejército romano en el Rin fue de permiso a su hogar y ahí le informó
a los suyos que el emperador estaba debilitando las defensas fronterizas. Esto
llevó a que en febrero de 378 los lentienses, tribu alamana que vivía en la
frontera con Recia, lanzaron una serie de razias
fácilmente rechazadas por tropas auxiliares, pero que les confirmaron la
debilidad romana. Graciano debió hacer volver a las tropas que ya había enviado
al Este, organizar al ejército que tenía en la Galia y pedir ayuda a los
francos.
Según
Amiano Marcelino, los invasores eran 40.000 aunque por razones políticas
también incluyó la cifra de 70.000 que decían las autoridades. El autor no es del todo fiable, por ejemplo, sostiene que en
Estrasburgo (357) lucharon 35.000 alamanes y 6.000 mueren en combate (más una
cifra desconocida ahogados en el Rin), pero autores modernos rebajan la cifra a
20.000 ó 25.000. Se ha estimado que la población
alamana era de 50.000 a 100.000 personas, de las que un quinto eran hombres
adultos.
Dejó
las fuerzas en la Galia a cargo del general Nanieno, al que se le unió el jefe
franco Mallobaudes. Este último pronto empezó a
presionar por buscar una batalla decisiva, que
se dio en Argentaria, ciudad de los tríbocos. Primeramente ambos bandos intercambiaron
una lluvia de jabalinas y flechas que dejaron muchos muertos y heridos. Los romanos se retiraron del campo abierto a una zona
boscosa ante la superioridad numérica de los bárbaros. Los germanos les siguieron y fueron masacrados.
Graciano
decidió cruzar el Rin y los lentienses huyeron a los
bosques y montes con sus familias y posesiones. Tras feroces combates, el emperador decidió bloquear los caminos y
matarlos por hambre. Finalmente, los lentienses se
sometieron.
La
ayuda de Graciano se retrasó por varios meses y las fuerzas para su tío
deberían ser mucho menores a las inicialmente pensadas. Esto permitió la
derrota y muerte de Valente a manos de Fritigerno en Adrianópolis ese 9 de
agosto.
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