En la
mitología griega, Tersites (en griego antiguo Θερσίτης) fue un guerrero aqueo de la guerra
de Troya. En la Ilíada no se da el nombre del padre, ya que no se trata de un
héroe aristocrático. En un poema épico posterior, la Etiópida, es llamado hijo
de Agrio. Lo mismo ocurre en la Biblioteca mitológica.
Homero
describió con detalle a Tersites en el Canto II de la Ilíada, aunque el
personaje solo tiene un papel menor en la historia. Era presentado como el más
feo de los griegos, patizambo, cojo y con hombros curvados hacia dentro; su
cabeza estaba cubierta con mechones de pelo y rematada en punta. En cuanto al
carácter de Tersites, el poeta retrata a este personaje como vulgar, ridículo e
impertinente. En el pasaje aludido del Libro II (versos 211 y siguientes),
Tersites llama codicioso a Agamenón y propone a los aqueos retirarse de la
guerra y volver a la patria. Indignado, Odiseo lo golpea con el cetro de
Agamenón, lo cual provoca la burla del resto del ejército.
Tersites
no vuelve a aparecer en la Ilíada, pero, de acuerdo con el perdido poema
Etiópida, extrajo los ojos del cadáver de Pentesilea, la reina de las Amazonas,
a quien había matado Aquiles, y también fue a quien mató Aquiles por burlarse
de la pena que sentía por ella al contemplar su hermosura.
Fue
representado por Polignoto en el pórtico (λέσχη) de los Cnidios (ubicado en Delfos)
jugando a los dados con Palamedes.
Robert
Graves, en la introducción de La cólera de Aquiles (The anger of Achilles), su
versión personal de la Ilíada, considera que Homero presenta de manera ridícula
a Tersites como un modo de tomar distancia, dado que comparte sus críticas a
los jefes aqueos. Con este recurso logra que los reproches de Tersites, y
además la brutalidad de Odiseo, queden consignados en el poema.
Luciano
Samosatense cuenta que el filósofo Demónax elogiaba a Tersites, considerándolo
como arengador cínico.
Como
muchos de los personajes de la Guerra de Troya, Tersites aparece en la obra
Troilo y Crésida, de Shakespeare. Comienza como esclavo sarnoso de Áyax, a
quien pronto abandona para ponerse al servicio de Aquiles (retratado en la obra
como una especie de bohemio), quien aprecia su humor amargo y cáustico. Aparece
también en el Fausto de Goethe.
El
autor austríaco Stefan Zweig compuso en 1907 una obra de teatro sobre este
personaje: Tersites (Thersite).
Su
importancia como crítico de la sociedad ha sido mencionada por filósofos y
literatos como Hegel, Nietzsche, Edward Said y Kenneth Burke (1897 - 1993).
En la
literatura de izquierda, el personaje de Tersites ha sido considerado un
precursor por sus posturas contrarias al orden establecido.El sociólogo
francés Pierre Bourdieu se ha defendido advirtiendo que no debe considerarse su
punto de vista con el de un Tersites que basa su crítica en el resentimiento,
sino que se trata de una crítica sustentada en un conocimiento objetivo
(científico).
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