Un maestro es un esclavo no sólo de sus discípulos, sino también
de todos los criados de estos, por numerosos que sean, de sus madres, de sus
niñeras y de sus abuelos. Si no convierten a sus discípulos en hijos de los
dioses (por muy zopencos que sean) superando a la naturaleza con su arte, le
caen encima por todos lados las más variadas acusaciones.
( Libanio en Discursos)
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