Policleto (en griego Πολύκλειτος), llamado «el Viejo» para diferenciarlo de Policleto el
Joven, fue un escultor griego en bronce del siglo V a. C. nacido en Argos o
Sición. Junto con los famosos Fidias, Mirón y Cresilas, es el más
importante escultor de la Antigüedad clásica.
El catálogo del siglo IV
atribuido a Jenócrates («Catálogo jenocrático»), que fue la guía de
Plinio en materia de arte, colocó a Policleto entre Fidias y Mirón. Policleto
fue famoso sobre todo por sus estatuas de dioses y atletas realizadas en
bronce, aparte de la enorme estatua de la diosa Hera, destinada al culto en el
Hereo de Argos. Una de sus
esculturas más destacadas es el Doríforo.
Policleto tuvo por maestro a Agéladas de Argos.
Junto con Fidias, fue el más destacado escultor griego del periodo clásico. Aunque
ninguna de sus obras originales sobrevive, las fuentes literarias que
identifican copias en mármol romanas de su obra permiten reconstruir cómo eran.
Un elemento esencial de su estilo es el uso de una
postura dinámica y equilibrada conocida como contrapposto, generada a través de
la inclinación de los hombros y la parte superior del torso de manera que los
ejes de los hombros y las caderas no sean paralelos. Esto provoca que el peso
del cuerpo se apoye sobre una única pierna mientras la otra queda relajada.
Escribió un tratado teórico, llamado Canon, del que
solo se han conservado breves fragmentos por lo que se desconoce gran parte de
su contenido pero los pasajes conservados se considera que el tratado daba una
definición de belleza y la relacionaba con exactitud y proporción. Se ha
deducido que esta proporción se lograba a través del uso de una serie de
razones aritméticas que relacionaban armónicamente las partes de la obra unas
con otras y cada una de ellas con el conjunto total, lo que se conoce con el
concepto de symmetría. Junto al tratado, también formaba parte del Canon de
Policleto una de sus esculturas: el Doríforo.El refinado detalle de los modelos
de Policleto para fundición realizados en arcilla es revelado en una famosa
cita repetida en las Moralia de Plutarco: «La obra es más difícil cuando
la arcilla está bajo la uña».
A causa de la ausencia de datos concretos en las
fuentes antiguas sobre la teoría que se desarrollaba en el Canon, se han
estudiado las copias romanas existentes del Doríforo, pero no existe seguridad
de que esas copias romanas se hayan realizado respetando la misma escala que
tenía el original.
Policleto y Fidias fueron la primera generación de
escultores griegos que tuvieron una escuela de seguidores. La escuela de
Policleto duró al menos tres generaciones, pero parece haber estado activa,
sobre todo, a finales de los años 300 a. C. y 200 a. C. Los escritores romanos Plinio
y Pausanias dieron los nombres de alrededor de veinte escultores de la
escuela de Policleto. Escopas y Lisipo son los sucesores más conocidos
de Policleto.
Otro escultor de su mismo nombre, con el que quizá
tuviera alguna relación de parentesco, se denomina Policleto el Joven y trabajó
a fines del siglo V o principios del IV a. C. Aunque era un escultor de
atletas, su mayor fama la ganó como arquitecto. Diseñó el gran Teatro de
Epidauro.
En la Antigüedad se atribuyó a Policleto numerosas
obras, aunque algunas de ellas podrían haber sido realizadas por Policleto el
Joven. En todo caso, las obras originales de Policleto no se han conservado,
aunque algunas de ellas se han relacionado con copias de época romana. Por otra
parte, en Olimpia se conservan pedestales con su nombre.
Su obra más célebre es un famoso desnudo masculino en
bronce, conocido como el Doríforo o portador de una lanza, que fue realizado en
torno a 450-440 a. C. y sobrevive en forma de numerosas copias romanas. Se
trata de la escultura a la que, según la interpretación tradicional, se conoció
como el «canon» de Policleto.
Se cree que el Diadumeno fue realizado por Policleto
en algún momento de la década del 440-430 a. C. Según Plinio, representaba a un
atleta poniéndose la diadema del triunfo, pero algunos historiadores modernos
creen que en realidad se trataba de una representación del dios Apolo.
Hacia el año 423 a. C., hizo una colosal estatua de
la diosa Hera, para sustituir una antigua imagen de la diosa en el Hereo de
Argos. Era una estatua criselefantina que representaba a la diosa sentada en un
trono, con una corona sobre la que estaban las Horas y las Cárites. En una mano
tenía una granada y en la otra un cetro, sobre el que había representado un
cuco.
Otras esculturas que se le atribuyen son:
El Discóforo (que no hay que confundir con el
Discóbolo de Mirón).
Un Hermes, en Lisimaquia.
El Astragalizontes («Chicos jugando a las tabas»),
que fue elogiado por el emperador Tito y colocado en un lugar de honor en su
atrio.
Una amazona para Éfeso en un concurso donde
participaron también Fidias, Fradmón, Cidón y Cresilas. La de Policleto fue
considerada superior a las demás.
Apolo, Leto y Artemis, en mármol, para el templo de
Artemisa Ortia de Argólide.
Zeus Meiliquio, sentado, en mármol, ubicado en Argos.
Hécate, en bronce, en Argos.
Zeus Filio, en Megalópolis.
Estatua de Antípater de Mileto, en Olimpia, que
venció en el pugilato infantil.
Estatua de Cinisco de Mantinea, en Olimpia, otro
púgil.18 Esta estatua se ha relacionado con el llamado «Atleta de Westmacott»,
un tipo de estatua conocido por varias copias de época romana, puesto que las
huellas parecen encajar con el pedestal que tenía esta estatua en Olimpia.
Estatua de Pitocles de Elis, en Olimpia, vencedor del
pentatlón.
Estatua de Xenocles de Ménalo, en Olimpia, vencedor
de la lucha infantil.
Estatua de Tersíloco de Corcira, en Olimpia, vencedor
del pugilato adulto.
Estatua de Aristión de Epidauro, en Olimpia, vencedor
del pugilato infantil.
Heracles, en Roma.
Estatua de un hombre frotándose la piel.
Estatua de un hombre desnudo.
Estatua de Artemón Periforeto.
Unas canéforas, en Mesina.
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