Confía tu barco a los vientos, pero jamás tu corazón a una
mujer, porque las olas son más firmes que la fidelidad de la mujer.
No hay ninguna mujer buena; o si alguna vez lo ha sido, no
comprendo cómo algo malo pudo ser bueno alguna vez.
(Petronio en "La matrona de Efeso")
Estos versos no son de Petronio, fueron insertados en alguna edición española del Satiricón.
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