En la Antigua Roma
llamaban Campo de Marte (latín, Campus Martius; italiano, Campo Marzio) a un
terreno que se extendía al norte de las Murallas Servianas edificada por el
sexto rey de Roma Servio Tulio. El terreno estaba limitado al sur por el Capitolio y al este por la
colina Pinciana o monte Pincio. El resto estaba rodeado por el río Tíber que en
ese espacio describía un gran meandro.
Se llamaba Campo de
Marte porque desde época muy antigua existía allí un ara (altar) dedicada al
dios Marte, mencionada en las
leyes atribuidas a Numa Pompilio, segundo rey de Roma después de Rómulo. En el año 388 a. C., el tribuno Tito Quincio
Cincinato,
colaborador del cónsul Marco Furio Camilo, erigió un nuevo templo a este dios para cumplir con un voto hecho en
el periodo de la terrible invasión de los galos.
En la época de la
República, el Campo de Marte servía como lugar de esparcimiento y de usos
militares. Allí acampaban los ejércitos en espera de que los generales pudieran
celebrar el triunfo. Hasta ese momento, tenían que aguardar sin poder traspasar
las Murallas Servianas. A veces pasaban algunos días hasta la celebración, pero
se dieron casos en que el tiempo se alargó bastante.
Según Plutarco, los bienes de Tarquinio el
Soberbio fueron
nacionalizados y "arrasados" por considerarse indignos para el pueblo
romano. Una de sus propiedades se consagró con el nombre de campo de Marte,
dedicado precisamente al dios Marte. La nacionalización de estos bienes se
atribuye al tercer cónsul de la república romana, Publio Valerio
Publicola.
El Campo era
aprovechado para efectuar ejercicios militares y de instrucción y para hacer
ejercicio físico de cualquier índole. Los muchachos jóvenes acudían allí casi a
diario para realizar su gimnasia. Se celebraban también carreras de carros, de
manera informal, como entrenamiento. Allí estaban ubicadas las cuadras de los
caballos que corrían en las competiciones. Había mercados de plantas y parques
públicos para solaz de las gentes. Además se celebraban en aquel lugar las
asambleas de comitia Centuriata, que convocaban a la gente por clases,
determinadas por la certificación de sus medios económicos. El lugar de reunión
era conocido como la saepta.
En el centro del
meandro del Tíber se encontraba la poza Trigarium, un lugar público donde se
podía ir a nadar. Hacia el sur de esta poza estaban los manantiales de agua
mineral termal con propiedades curativas llamados Tarentum. Una gran arteria
cruzaba el Campo de Marte en dirección al puente Mulviano (o Mulvio), llamada
en un primer tramo Via Lata, actual Carrera de Humberto (Corso Umberto) y
después Via Flaminia; perpendicular a ella estaba la Via Recta.
Plinio el Viejo (ca. 100-59 a. C.)
en su Historia Natural (Libro XXXVI, Capítulo XIV) relata la historia del reloj
solar en forma de obelisco que el emperador Augusto hizo construir en el Campo
de Marte, el denominado Reloj Solar de Augusto.
En el siglo V a. C.
y a raíz de una epidemia de peste se edificó en el Campo de Marte un templo al
dios Apolo, a quien se consideraba dios protector de la salud, cuando todavía
no habían adoptado los romanos al dios griego Asclepio como Esculapio. Apolo
era también un dios extranjero por lo que el templo debía construirse fuera de
las murallas de la ciudad, según dictaban las leyes. Se llamó Templo de Apolo
Médico Purificador. En este templo se custodiaban numerosas obras de arte
traídas de Grecia. En la actualidad sólo queda el basamento de 4 metros de
altura, debajo de la iglesia moderna de Santa María en Campitelli. Augusto
mandó edificar otro templo mayor en mármol, en el Palatino, en el año 28 a. C.
Con el tiempo, este
espacio abierto que servía de esparcimiento fue llenándose de edificios cuando
Roma empezó a ensanchar por allí. En la época imperial se construyeron tiendas
elegantes en el primer trayecto que iba desde el Foro al Campo, frente a los
saepta. Eran tiendas muy atractivas para la gente rica donde podían comprar
desde simples chucherías hasta esclavos de lujo. En excavaciones hechas
recientemente se descubrió el gran reloj solar de Augusto.
Otros edificios
importantes fueron surgiendo en el espacio abierto, los cuales describió con
gran entusiasmo el geógrafo Estrabón (siglo I a. C.), así como las modificaciones hechas por Pompeyo, Julio
César y Augusto:
-Teatro de Marcelo.
-Ara Pacis. Sobre
sus restos se construyó el palacio Ottobuoni Fiano.
-Reloj Solar de
Augusto.
-Mausoleo de Augusto
(o de los Julios) que sólo presenta unas ruinas poco atractivas. Estrabón lo
describió como una colina cubierta de árboles hasta la cima, con la estatua en
bronce de César Augusto.
-Termas de Nerón,
grandiosas.
-Panteón de Agripa.
En la actualidad está rodeado de calles y casas, conservado como una
inigualable reliquia que los romanos llamaron “la Rotonda”.
-El Estadio
Domiciano es hoy la plaza Navona.
-Crematorio
imperial.
-Saepta Julia.
-Templos de Isis y
de Serapis.
-Teatro de Pompeyo.
En la actualidad El
Campo de Marte es uno de los 22 rioni de la ciudad de Roma. La nomenclatura
administrativa lo designa como R.IV. Todos los monumentos están sepultados o
confundidos entre las construcciones modernas.
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