lunes, 6 de julio de 2015

PROS Y CONTRAS DE LA CABALLERÍA ROMANA


Pros:

1.- Luchar a caballo es prestigioso. Los aristócratas del pasado solían hacerlo.

2 .-Por que ir andando, si puedes montar?

3.- En la mayoría de las batallas, la caballería se mantiene en reserva.

4.- Pueden entrar tanto ciudadanos como no ciudadanos.5 Si una campana se pone fea, un caballo equivale a varias semanas
de ración de carne.

 

Contras:

1.- El equipo a limpiar y mantener es abundante.

2 .-También hay que cuidar al caballo, y limpiar su estiércol.

3.- La caballería de los partos es mejor que la romana.

4.- La de los sármatas también.

5.- Y la de los galos, los germanos, los númidas...

 

Los romanos habían superado la inferioridad de su propia caballería contratando los servicios de pueblos mas hábiles en la monta. Dado que en distintas partes del Imperio se necesitaba que la caballería aplicase distintas estrategias, esta presentaba mas variedad que cualquier otro cuerpo del ejercito.

 

Podemos tomar a la caballería en las provincias orientales como ejemplo, ya que tiene que lidiar con dos tipos completamente distintos de enemigo montado. Primero, los arqueros ligeros que pueden disparar hacia atrás desde la grupa de su caballo. Este es el celebre "disparo parto", que los hace tan peligrosos cuando retroceden igual como cuando avanzan. Segundo, los temibles cataphracti, cuyos caballos van casi tan acorazados como sus propios jinetes. La caballería romana debió adaptarse a ambos desafíos. Por ejemplo, en los desiertos de Numidia, los romanos habían descubierto que la honda es un arma muy util para contrarrestar a sus móviles y feroces enemigos beréberes.

 

Aprender a usar el escudo, la espada, la lanza y la jabalina desde un caballo a la carrera requiere de mucha practica. Curiosamente, el adiestramiento también incluye ejercicios de como caerse accidentalmente del caballo sin hacerse mucho daño.

 

Puesto que los caballos se cansan antes que las personas, los jinetes se mantendrán la mayor parte de la batalla en reserva, ya que la mayoría de comandantes prefiere que al menos la mitad de su caballería este inactiva en todo momento. Otra de las principales funciones de la caballería en batalla es la de cargar y perseguir al enemigo una vez que este ha sido derrotado. Los caballos, que tienen mas sentido común que los seres humanos, raramente cargan directamente contra unidades compactas de infantes o jinetes enemigos. Por tanto, cuando se produce un combate entre fuerzas de caballería, todos contribuyen abriendo las líneas a medida que cabalgan, con lo que el choque se produce a una velocidad tan excitante como letal para ambos bandos. De otro modo, ambas fuerzas se verían obligadas a trotar lentamente y en formación cerrada en dirección a la otra, hasta estar lo bastante cerca como para empezar a apuñalarse unos a otros sin apenas poder moverse.

 

Los exploradores eran jinetes que tenían la misión de adelantarse al ejercito llevando a cabo operaciones especiales o tratando de obtener información sobre los movimientos del enemigo. Lo de explorador de la caballería era una vida interesante, llena de aventuras inesperadas, pero exigía unas aptitudes y una forma física superiores a las del resto de legionarios.


Cada legión poseía su propio escuadrón de caballería de 128 legionarios montados, utilizados como exploradores y mensajeros. Todas las demás unidades de caballería del ejército romano estaban compuestas de AUXILIARES.



La unidad de caballería más pequeña era la DECURIA, originalmente formada por diez hombres y más tarde por ocho. La unidad de caballería más grande era el ALA, llamada así porque la caballería era situada en las alas de la línea de batalla. La denominada ALA QUINGENARIA, de 512 hombres, consistía en 16 TURMAE, o tropas, de 32 hombres, mientras que cada TURMA estaba compuesta de 4 DECURIAE. Las TURMAES estaban divididas en 4 ESCUADRONES de 128 legionarios (Vege., DRM, II) La ALEA MILIARIA, de mayor tamaño, consistía en 24 TURMAES, con un total de 768, entre oficiales y miembros de la tropa. Las legiones imperiales del Alto Imperio siempre tenían dos ALAES de caballería asociadas.



Los caballos utilizados por los romanos no iban herrados y sus jinetes no utilizaban estribos. La silla de la caballería romana, con dos cuernos, al frente y atrás, constituían una plataforma muy estable para cabalgar y lanzar. Los jinetes llevaban casco, cota de maya y calzas.



La principal arma de la caballería era una lanza ligera, la LANCEA, que podía ser lanzada y clavada en el adversario. La caballería romana también empleaba jabalinas de menor tamaño o dardos, que se arrojaban por encima de la cabeza y se guardaban en un carcaj (de hasta 20 dardos de cabida) sujeto a la silla. La SPATHA de los jinetes era más larga que la del soldado de infantería. Su escudo era plano y ovalado.



Para mantener a punto sus habilidades, los jinetes de Roma participaban en ejercicios en grupo o evoluciones de caballería (Tac., A,II,55) De acuerdo con las leyes promulgadas por AUGUSTO Y ADRIANO, todas las unidades de caballería romana tenían que llevar a cabo marchas y evoluciones de entrenamiento tres veces al mes para afinar sus destrezas. Las marchas eran de 32 km. con todo el equipo, en terreno llano, abrupto y montañoso. Las evoluciones de caballería incluían la persecución y la retirada, seguidas por un ejercicio de media vuelta simultánea y contra carga. (Vege.,I)



Para varios emperadores, las carreras de carros fueron una auténtica obsesión, por lo que las compañías que se encargaban del espectáculo llegaron a gestionar vastas granjas de cría de caballos a todo lo ancho y largo del Imperio. Poseían de decenas de miles de empleados y aún más caballos, y siempre tenían prioridad a la hora de elegir al mejor animal, por delante del ejército.






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