lunes, 20 de julio de 2015

EL CAMPAMENTO DE LA LEGIÓN DURANTE LA MARCHA


El campamento en el que un ejercito en campana se detenga a pasar la noche le resultara muy familiar a todo el mundo. No solo será prácticamente idéntico al ocupado la noche anterior, sino también a la base permanente de la legión. Contara con las mismas porta principia, que conducirán a los mismos principia y praetoria, cuyas guardias estarán formadas por los mismos de siempre, y que estarán ocupadas por los mismos de siempre. 


Probablemente, las tiendas conservaran la misma distribución que los edificios de la base y, con seguridad, la misma que ocuparon la noche pasada. De esta forma, si Manlio, de la centuria de Tito Quinto, usa la misma talla de caligae que tu, no hay que andar preguntando cual es su tienda si quieres pedirle unas prestadas: esta tres calles a la izquierda y después dos a la derecha, exactamente en el mismo sitio que su barracón en la base, donde comprobasteis que tenéis la misma talla de pie, y que la tienda donde estuvisteis tomando una copa de vino ayer por la noche.

 

Por supuesto, para que los legionarios puedan entregarse a las comodidades del campamento tendrán que construirlo primero. El emplazamiento del nuevo campamento será seleccionado por estar en terreno llano, tener acceso a fuentes de agua y contar con un suelo fácil de trabajar. Las posibles facilidades defensivas ofrecidas por el terreno no serán prioritarias, porque de cualquier forma el campamento será muy seguro una vez que los legionarios hayan terminado de construirlo. De hecho, casi no existen casos de campamentos que hayan sido arrasados durante la noche habiendo una legión en su interior, aunque abundan los ejemplos de gente que lo ha intentado y que ha fracasado.

 

Cuando la legión llegue al lugar donde va a pasar la noche, el trabajo ya habrá comenzado. Cada hombre sabrá lo que tiene que hacer. Unos irán a recoger a las mulas con las tiendas, otros se dirigirán al sector aproximado del campo donde deben participar en la construcción de los terraplenes y las empalizadas. Por lo general, la muralla se construye amontonando tierra sobre la empalizada, aunque es posible que haya que improvisar una muralla de piedra o que haya que reforzar el terraplén con troncos si la tierra esta demasiado suelta. Construir un campamento lleva aproximadamente tres horas, aunque individualmente cada legionario tardara menos en ejecutar la tarea que le corresponde.

 

Muchos se quejan por todo el esfuerzo malgastado construyendo estos campamentos, pero, en términos generales, el ejercito no hace las cosas porque si, aunque a veces sus razones parezcan un tanto extrañas, o como mínimo difíciles de entender:

1.- Dada la longitud de la columna en marcha, muchos legionarios van a estar un buen rato esperando a que lleguen sus compañeros mas rezagados, por lo que así al menos hacen algo de utilidad.

 

2.-  Un campamento legionario, que cada semana se interna 150 kilómetros en su territorio, causa una honda impresión psicológica en el enemigo, entre otras cosas porque los ingenieros romanos se habrán aplicado en enderezar y arreglar la carretera que corre entre los distintos lugares de acampada, incluso cuando la invasión no sea de ocupación: "Aquí estamos", dicen los campos "y no puedes hacer nada para evitarlo". A esta frase, la carretera añade: "además, aunque no estemos pensando en quedarnos, hemos hecho unas cuantas reformas para poder llegar antes la próxima vez".

 

3.- También, por supuesto, esta el efecto que crea entre los propios legionarios. El campamento es un hogar fuera del hogar. Aunque el exterior sea un páramo agreste lleno de salvajes sanguinarios, la taberna improvisada que tus compañeros regentan clandestinamente junto a los establos de la Via Decumana sigue estando donde siempre, y aun es posible oír el sonido de las armaduras de los guardias de la torre XII cuando se ponen firmes, avisándote de que la ronda de inspección esta en camino. Las letrinas están ahora al aire libre, pero tu sitio favorito, junto a la esquina, sigue estando ahí.

 

4.- Los terraplenes y las trincheras no solo sirven para mantener al enemigo fuera. También mantienen a los legionarios dentro. Las deserciones son un problema para todos los ejércitos, y la perspectiva de participar una batalla y de que te metan un trozo de metal afilado por el costado tiende a causar cierta inquietud entre las mentes mas pusilánimes.



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