martes, 21 de julio de 2015

RACIONES DE CAMPAÑA EN LA LEGIÓN ROMANA


Una de las grandes diferencias entre un campamento en campaña y una base permanente es que el primero carece de cocinas. La cuestión logística también se les ha ocurrido a aquellos que tratan de impedir la invasión de las legiones. Es posible que estas sean invencibles, pero sus líneas de suministro no lo son, y ningún ejercito funciona como es debido si sus soldados están hambrientos.

 

Por si se produce un ataque a las caravanas de suministros, los legionarios cargan con víveres para una semana. Aparte, claro esta, de las durísimas y casi incomibles tortas de emergencia, aunque es posible que el legionario prefiera comerse primero las botas y la funda del escudo.

 

En campana, cada contubernium debe preparar su propia comida. Esta procede de dos fuentes:

 

EL COMISARIADO.- Pocas cosas caracterizan tanto al ejercito romano como la cantidad de esfuerzo que asume para mantener bien abastecidas a las tropas mientras avanzan:
 

• RESERVAS DE SUMINISTROS.- El general al mando se habrá asegurado de hacer acopio de grandes cantidades de grano y de carne antes de que el primer soldado romano ponga el pie fuera de las fronteras del Imperio, para garantizarle el sustento hasta llegar a su destino.

 

• COMIDA EN MOVIMIENTO.- Un encargado de almacén aficionado a la filosofía te dirá que el propósito de la vida es mantener la carne fresca. Es por tanto posible que la legión se vea acompañada de una manada de vacas, lo que asegura unos suministros que se mueven por si solos, que se mantienen frescos y que además también ofrecen otras materias primas que pueden resultar útiles, como cuero, tendones y pegamento.

 

• RACIONES.-  Fundamentalmente, la legión suple a los soldados con grano y carne curada. El grano se muele en molinos manuales, cargados por la mula del contubernium, y puede ser cocido en forma de simples tortas o preparado como unas espesas gachas. Un soldado que sea perezoso, o que este hasta las narices de complicaciones, puede limitarse a hervirlo y comérselo sin mas.

 

PARTIDAS DE FORRAJEROS.- Esta dieta se hará bastante monótona en muy poco tiempo, especialmente porque pasar la mayor parte del dia marchando y cavando abre bastante el apetito. Por tanto, un poco de ternera, cerdo o cordero fresco, o una inesperada ración de verduras de vez en cuando, son siempre bienvenidos. Estos alimentos se obtienen del propio terreno por el que avanza el ejercito.

 

Por lo general, el legionario corriente no vera demasiado del enemigo hasta que llegue el momento de enfrentarse a el en una batalla "preacordada" por ambos bandos o en un asedio, dado que el enemigo evitara enviar cualquier fuerza menor para evitar su inapelable aniquilación y los lugareños que se encuentren en el camino de las legiones se habrán largado llevándose a sus mujeres, hijos y rebaños lo mas lejos posible de los romanos.

 


Así, los auxiliares se ganaran el sustento participando en partidas de aprovisionamiento, buscando donde están escondidos esos rebaños y llevándoselos a la base para que los soldados puedan comer carne fresca. Otras partidas se separaran de la columna principal para saquear huertas y sembrados y surtir al campamento de verduras y fruta fresca.

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