miércoles, 31 de diciembre de 2014

LOS LEGIONARIOS LICENCIADOS


NUNC DIMITTIS

En el ejercito, tu licencia puede incluirse en cuatro apartados distintos:

1.- Misso causaría es para aquellos que hayan sufrido heridas que les impidan continuar su servicio militar. Estas heridas pueden ser heridas verdaderamente incapacitantes o pequeñas lesiones que, no obstante, impidan a un legionario llevar a cabo sus funciones correctamente. En cualquier caso, el paciente sera examinado de pies a cabeza hasta que los médicos confirmen, a su pesar, que Roma no podrá obtener mas beneficios por el dinero invertido en alimentar y entrenar a ese soldado concreto. Una misso causaría es una licencia honrosa, y la pensión dependerá del tiempo que haya durado el periodo de servicio.

 

2.- La misso ignominosa no es una licencia honrosa. Todo lo contrario. Esta licencia le anuncia al mundo que el licenciado es un mal tipo que no sirve ni para el ejercito. Y la sociedad romana no quiere saber nada de un sujeto semejante. Se le prohíbe vivir en Roma y entrar a trabajar al servicio del Imperio. Además, cualquiera que fuera el crimen cometido, es muy probable que también le supusiera al reo una tanda de latigazos que llevara marcados para siempre como una prueba mas de su deshonor.

 

3.- La misso honesta es una licencia honrosa. Esta es la mejor forma de licenciarse con diferencia. Tu servicio se ha cumplido a plena satisfacción del emperador y del ejercito, y tienes derecho a la pensión completa y al resto de privilegios que te asisten como ex soldado del Cesar.

 

4.- Mortuus est es la forma alternativa de abandonar el ejercito: muriéndote.

 

Los auxiliares recibirán una tablilla especial de bronce para conmemorar su licencia. Los legionarios son ciudadanos y, dado que el gobierno imperial quiere creer que los buenos ciudadanos están suficientemente registrados, no requieren de mas documentos. Y los registros -por ejemplo, en el enorme archivo de la Colina Capitolina- están siempre disponibles cuando sea necesario hacer una comprobación. Así, la declaración de cualquiera que pretenda ser un soldado retirado puede ser contrastada a petición de las autoridades implicadas, y un archivo es mas difícil de falsificar que una tablilla de bronce. Además, cuando un grupo de soldados se licencia en bloc, frecuentemente harán una colecta y construirán un pequeño memorial para celebrarla ocasión.

 


¿UN HOMBRE LIBRE?

Este es un momento muy importante. Tras un cuarto de siglo de vida regimentada, en la que cada hora del día ha estado controlada por revistas y toques de corneta, el ex legionario es un hombre libre. Puede decidir al fin a que hora levantarse y que desayunar. Esto suena estupendamente hasta que uno se da cuenta de que la libertad implica tener que buscarse una cama de la que levantarse y también organizarse uno mismo el desayuno. Después de 25 años en los que todo lo han organizado otros, resulta un tanto impactante descubrir que estas cosas no ocurren solas.

 


¿QUE OCURRE DESPUÉS? OPCIONES:

1.- Aquellos que se vean completamente perdidos en el caos de la vida civil pueden librarse de el por el camino mas drástico: se van de vuelta para el cuartel y se reenganchan. Después de todo, si uno se alisto por primera vez cuando era un adolescente aun le deben de quedar una o dos décadas decentes para el servicio.

 

2.- Otros serán arrastrados a otra institución, la del matrimonio. No es extraño que los legionarios tengan una esposa, excepto a efectos legales, en el vicus que hay fuera del campamento, esperando con los niños a que el legionario vuelva y la convierta en una mujer decente. Son muchos los legionarios que han empezado un negocio provechoso prestando servicios a su antigua unidad, vendiéndoles suministros o proporcionando servicios mas "personales", gracias a sus contactos y a una paga final que equivale a 14 anos de salario. Otros se habrán casado por interés lejos del campamento, obteniendo al mismo tiempo una participación en un negocio y una esposa sacada de la descendencia de su nuevo socio. Aquellos que estén planeando timar a un ex soldado inocentón se lo pensaran dos veces ante la perspectiva de recibir una visita por parte de un grupo de ex camaradas de la victima, mal encarados, poco amistosos y que insisten en saber donde esta el dinero.

 

3.- Alternativamente, esta la posibilidad de empezar de nuevo cambiando de aires. Si el ejercito acaba de conquistar un territorio nuevo, la mejor forma de mantenerlo seguro es la de poblar en el una ciudad con legionarios licenciados. Para Roma, es la solución ideal: los legionarios vivirán rodeados de gente que tiene el mismo estilo de vida que ellos y, en caso de emergencia, estos siempre pueden sustituir sus ropas civiles por una armadura y reaparecer como cuerpo de combate perfectamente entrenado y operativo. Por supuesto, los nativos que hayan perdido sus tierras a favor de los colonos no estarán demasiado contentos, pero cuando te conquistan eso pasa de todos modos, y esa es precisamente la razón de que haga falta asentar a los legionarios. No obstante, los que se asienten en tierras de otros deben saber que se requerirá tacto para integrar a los desposeídos en el nuevo orden y en el impulso económico que suele acompañar a la romanización de cualquier nuevo territorio.

 

EL ATAQUE DE LOS EX AUXILIARES

Hay una razón que explica que los auxiliares sean convertidos en ciudadanos al final de su periodo de servicio, además de asegurarse su lealtad durante la duración de este. Tras completar dicho periodo de servicio, el auxiliar conoce el ejercito romano al detalle, con sus virtudes y sus puntos débiles. Esto puede convertir a un antiguo auxiliar en un enemigo peligroso si decide volver con su pueblo y utilizar esos conocimientos contra Roma. La vez que mas cerca ha estado Roma de la derrota fue en el 90 a. C., cuando sus aliados se rebelaron y tuvo que enfrentarse con un enemigo que usaba armas, armaduras, disciplina y entrenamiento idénticos a los suyos. Pero incluso cuando actúan individualmente, los auxiliares pueden llegar a ser peligrosos, como demuestra esta galería del terror:

 

133 a. C. Yugurta sirvio a las ordenes del general Escipion Emiliano en Hispania, distinguiéndose en el asedio a Numancia. Después usurparía el trono de Numidia. Tras varios anos de guerra contra los romanos -en la que obligo a rendirse al ejercito de Aulo Albino- fue finalmente derrotado por Cayo Mario.

73 a. C. Espartaco.  Aparentemente miembro de una unidad de auxiliares tracios al servicio de Roma, Espartaco se dedico al bandolerismo tras su licencia. Tras ser capturado y sentenciado a muerte en la arena, logro escapar y organizo un ejercito de esclavos fugados y de desposeídos en Italia. Saqueo toda la península por delante y por detrás hasta su derrota a manos de Licinio Craso, que mas tarde ocuparía el cargo de triunviro.

9 d. C. Arminio . Su traición resulto especialmente dolorosa, porque como jefe de la tribu de los queruscos tenia el rango ecuestre y era oficial de auxiliares. Contaba con la confianza de Quintilio Varo, y se aprovecho de la misma para organizar una emboscada que barrio a tres legiones en el Bosque de Teotoburgo. Arminio moriría mas tarde en una batalla entre distintas facciones de su liberado pueblo.

17 d. C. Tacfarinas . Antiguo soldado de los cuerpos auxiliares, Tacfarinas se dedico al bandolerismo tras su licencia, convirtiéndose en un dolor de cabeza para los romanos en Numidia. Se enviaron muchos ejércitos en busca de sus móviles guerrilleros, pero los romanos tardaron anos en poder arrinconarlo y matarlo en Auzia.

69 d. C. Cayo Julio Civilis.  A pesar de ser ciudadano romano, indujo a una unidad entera de auxiliares batavos a traicionar a Roma junto con otras unidades de auxiliares galos. Estas tropas sitiaron a los desmoralizados legionarios de Castra Vetera, en el Rin, convenciendo a algunos para que desertaran. La revuelta fue finalmente sofocada por el ejercito romano al mando de Ptellio Cerialis, pero Civilis mantuvo una posición lo bastante fuerte como para imponer una paz negociada, tras lo que desapareció de la historia.


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