jueves, 25 de diciembre de 2014

POEMA DE MARCO TULIO CICERÓN A SU AMIGO MARCO JUNIO BRUTO




Espíritu inquieto, ¡no te alteres
pensando en mí! Ningún hombre me envía
al infierno antes de tiempo;
pero tampoco puede ningún hombre escapar de su destino,
ya sea cobarde o héroe.
Vete a casa y ocúpate de tu oficio,
teje e hila. Vigila a tus criados
para que también ellos tejan e hilen. La guerra
es trabajo de hombres, y los troyanos
deben ser fieles a Troya, sobre todo yo.


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