¿Comprendes qué clase de hombre
es ese en cuyas manos ha caído el Estado, qué astuto es, qué alerta y bien
preparado está?. Creo sinceramente que si no ejecuta a nadie ni confisca
ninguna propiedad, quienes le temían acabarán siendo sus admiradores más entusiastas.
Hablo mucho con gente de los pueblos y del campo. Sólo piensan en sus tierras,
sus pequeñas casas de labor y sus inversiones. ¡Y mira cómo han cambiado las
tornas!. Temen al hombre en el que confiaban y aman al que temían.
( Cicerón en "Cartas a
Ático" )
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