domingo, 6 de noviembre de 2016

LAS MUJERES GALAS SITIADAS EN ALESIA


 

Las madres de familia arrojaban vestidos y plata desde lo alto de la muralla, y con los pechos al desnudo, abalanzadas hacia delante, extendían los brazos hacia los romanos, suplicándoles que se apiadasen y que, al contrario de lo que habían hecho en Avaricum, las perdonasen a ellas y a sus hijos; algunas, sostenidas por las manos de otras, bajaban de la muralla y se entregaban a los soldados. Lucio Fabio, centurión de la Legión VIII que, según aseguraban, aquel mismo día, había declarado a sus hombres que le enardecían las recompensas de la jornada de Avaricum, y que no permitiría que nadie escalara la muralla antes que él, tomó a tres de sus soldados y, con su ayuda, subió a la muralla; él, a su vez, fue tirando a ellos, uno a uno, y los izó hasta arriba.


( César en "La Guerra de las Galias" )





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