domingo, 15 de julio de 2018

EL ARISTOCRÁTICO HIJO DE MARCO EMILIO ESCAURO SE LAMENTA DE SU COBARDÍA FRENTE A LOS GERMANOS



Si hubiese tenido la oportunidad de diñarla, ¿creéis que no lo habría hecho? - preguntaba a unos testigos fantasma-. ¿Qué puedo hacer si no soy valiente, padre? ¿De dónde viene el valor? ¿Por qué a mí no me ha sido concedido? ¿Cómo explicaros el dolor y el miedo, el terror que sentía al ver a aquellos horrendos salvajes llegar chillando y gritando como las mismas Furias? ¡No podía moverme! ¡Ni siquiera pude dominar mi vientre, y menos mi ánimo! ¡Tragué saliva y más saliva hasta que no pude más y caí inanimado, feliz de morir! Y luego desperté y vi que estaba vivo, pero aún aterrorizado, con el vientre flojo... y a los soldados que me habían llevado, limpiándose la mierda en el río, ¡allí mismo, en mi presencia, con tal desprecio y odio...! Oh, padre, ¿qué es el valor? ¿Por qué no tengo el que me corresponde? Padre, escuchadme, ¡dejadme que os explique! ¿Cómo podéis hacerme reproches por algo que no tengo? ¡Padre, escuchadme!







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