( Diálogo entre Cómodo y su padre el emperador Marco Aurelio )
MARCO - ¿Estás dispuesto a cumplir tu obligación hacia
Roma?
COMODO - Sí, padre.
MARCO - No serás emperador.
COMODO - ¿Qué hombre más sabio y más viejo va a ocupar
mi lugar?
MARCO - Entregaré mis poderes a Máximo
provisionalmente hasta que el senado esté en condiciones de gobernar de nuevo.
Roma volverá a ser una República.
COMODO - Máximo...
MARCO - Sí. ¿Mi decisión te disgusta?
COMODO - Una vez me escribiste una lista con las
cuatro virtudes principales: Sabiduría, Justicia, Fortaleza y Templanza. Cuando
leí la lista supe que no poseía ninguna de ellas, pero tengo otras virtudes,
padre. Ambición. Puede ser una virtud cuando nos lleva a superarnos. Ingenio.
Valentía, quizás no en el campo de la batalla, pero... existen muchas clases de
valentía. Devoción a mi familia y por ti. Pero ninguna de mis virtudes figuraba
en tu lista. Ya entonces me parecía que no me querías como hijo.
MARCO - Estás exagerando.
COMODO - He acudido a los dioses buscando la forma de
complacerte, de que te sintieras orgulloso de mí. Una palabra cariñosa, un
abrazo sincero con el que me acercaras a tu pecho y me apretaras con fuerza...
Habría sido para mi corazón como el brillo del sol durante mil años. ¿Por qué me
odias tanto? Lo único que he querido es ser digno de ti, César, padre.
MARCO - Cómodo, tus defectos como hijo son mi fracaso
como padre. Ven...
COMODO - ¡Padre! ¡Abriría el mundo de arriba a bajo con
tal que me quisieras!
No hay comentarios:
Publicar un comentario