jueves, 1 de enero de 2015

CAYO MARIO ACONSEJA A SU LEGADO LUCIO CORNELIO SILA BUSCARSE UN SOMBRERO PARA PROTEGERSE DEL SOL AFRICANO DE NUMIDIA


-Lucio Cornelio, te aconsejo que busques en los mercados de Utica un sombrero bien fuerte con ala lo más ancha posible. Ya sé que has estado por toda Italia este verano, pero el sol de Numidia es mucho más intenso y aquí uno se abrasa como yesca.

 

( Era cierto; la blanca e impoluta tez de Sila, hasta entonces indemne por una vida fundamentalmente sedentaria, acusaba los avatares al aire libre de aquellos meses de viaje por Italia, entrenando tropas y aprendiendo él mismo lo más posible. Su orgullo no le había permitido permanecer a la sombra mientras los demás sufrían el sol, y por orgullo se había impuesto llevar el casco ático, símbolo de su alcurnia, que no le protegía convenientemente. Ya había pasado lo peor, pero tenía muy poco pigmento cutáneo para que estuviera atezado, y las zonas ya curtidas y en curso de curación eran tan blancas como siempre; sus brazos habían salido mejor librados que la cara, y era muy posible que pasado un tiempo brazos y piernas pudiesen aguantar la insolación, pero jamás su rostro.)

 

-Lucio Cornelio, desde que entré en las legiones, a los diecisiete años, siempre he causado irrisión por una cosa u otra. Al principio, por ser escuálido y pequeño; luego, por ser demasiado grande y torpe. No hablaba griego; era provinciano y no de Roma. Así que me hago cargo de lo humillado que te sientes por tener una piel blanca tan delicada; pero para mi es más importante, como comandante jefe, que tengas buena salud y te sientas físicamente cómodo y no que conserves lo que consideras tu imagen ante tus iguales. ¡Búscate un sombrero! Y sujétatelo con un pañuelo de mujer, con cintas o con un cordón oro y púrpura si lo encuentras. ¡Y riete tú de ellos! Hazlo como algo excéntrico, y pronto observarás como nadie se fija. Te recomiendo también que busques alguna crema o ungüento que reduzca la cantidad de sol que absorbe la piel. Y si la más adecuada apesta a perfume, ¿qué más da?


( C. NcC. )



No hay comentarios:

Publicar un comentario