Catón escuchaba, con la mirada fija en el rostro de Bíbulo. El mejor, el que más aguante tenía de todos sus amigos. Un tipo muy pequeño cuyo cabello, cejas y pestañas eran tan plateados que parecía peculiarmente calvo. También los ojos los tenía plateados. De rostro afilado y de mente igualmente afilada. Aunque podía estarle agradecido a César por servir de estímulo para aguzar el filo de la navaja en su mente.
Pasión por los romanos. Un blog de divulgación creado por Xavier Valderas que es un largo paseo por el vasto Imperio Romano y la Antigüedad, en especial el mundo greco-romano.
sábado, 2 de agosto de 2014
EL TEMPERAMENTAL MARCO PORCIO CATÓN
Catón escuchaba, con la mirada fija en el rostro de Bíbulo. El mejor, el que más aguante tenía de todos sus amigos. Un tipo muy pequeño cuyo cabello, cejas y pestañas eran tan plateados que parecía peculiarmente calvo. También los ojos los tenía plateados. De rostro afilado y de mente igualmente afilada. Aunque podía estarle agradecido a César por servir de estímulo para aguzar el filo de la navaja en su mente.
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