Emilio Papiniano (en latín, Aemilius Papinianus),
también conocido simplemente por el nombre de Papiniano, (Siria, 142-Roma, 212)
fue un jurisconsulto romano, magister libellorum y prefecto del pretorio del
emperador Septimio Severo. Fue discípulo del jurista Quinto Servilio Escévola.
Poco se sabe sobre la vida personal de Papiniano. Se
ha supuesto que nació en Emesa (Siria), o en África alrededor del año 150,
Inició el cursus honorum bajo Marco Aurelio, junto a Septimio Severo,
del cual fue íntimo amigo. Al convertirse Septimio Severo en emperador, le
nombró magister libellorum, prefecto del pretorio (cargo que desempeñó hasta la
muerte de este último en 211), y miembro del Consilium del emperador. Antes de
su fallecimiento el emperador le encomendó especialmente a sus dos hijos: Geta
y Caracalla.
Papiniano intentó mantener la paz entre los hijos de
Severo, pero ambos sólo pensaban en eliminar al otro para quedarse con el
poder. Finalmente, Caracalla asesinó a su hermano en el año 212 y ordenó la
muerte de Papiniano, al parecer, por no haber querido justificar el asesinato
ante el Senado.
Este hecho habría dado origen a la frase «Es mucho
más fácil cometer un parricidio que justificarlo» (non tam facile parricidium
excusari posse quam fieri), aunque la autenticidad histórica de esta frase es
bastante dudosa. Los detalles de lo ocurrido varían según la fuente, pero está
prácticamente fuera de discusión que existió una relación entre el fratricidio
de Geta y la muerte de Papiniano, que ocurrió en el año 212.
Además redactó dos obras con el mismo título: De
adulteriis , dos libros de Definitiones y un texto en griego, en que exponía
las obligaciones de los magistrados y funcionarios de la policía urbana (aunque
se sospecha que éste es una colección postclásica, que reproduce fragmentos de
las Responsa). En el Digesto se conservan 596 fragmentos de Papiniano.
Por su talento jurídico y vida pública, unido a su
heroica muerte (como un mártir por la justicia), Papiniano es tradicionalmente
considerado uno de los «príncipes de la jurisprudencia romana» y prácticamente
el jurista por antonomasia; por ejemplo, para Mommsen era el mayor de
los jurisconsultos romanos.
Entre sus cualidades como jurista se han destacado,
entre otros rasgos, su independencia de criterio y el afán por la búsqueda de
soluciones equitativas, criterio diverso al seguido por sus predecesores (que
eran técnicamente rigoristas).
La ley de citas de 426, que regulaba la recitatio de
las obras de los juristas ante los tribunales (o sea, qué juristas podían ser
invocados y los criterios para la decisión del juez ante opiniones diversas de
éstos) le concedió la preeminencia entre los juristas romanos clásicos, al
establecer que, si no existía mayoría en un sentido o había empate entre Gayo,
Paulo, Ulpiano, Herenio Modestino y él, prevalecía su opinión. En caso que no
se hubiera manifestado sobre el particular, el juez quedaba libre de elegir
entre las opiniones presentadas por las partes.
Además, dentro del Digesto de Justiniano, sus obras
forman parte de la denominada masa papiniana, es decir, de una de las cuatro
agrupaciones de textos utilizados en su redacción.
Tal importancia tuvo Papiniano en el Derecho, que las
dos más importantes compilaciones legislativas que impusieron los bárbaros a
los romanos, el Breviario de Alarico, de los visigodos, y la ley romana de los
borgoñones, tuvieron sendos capítulos en los que recopilaban textos de este
importante jurisconsulto. Tan importante fue Papiniano para los borgoñones, que
la legislación impuesta por éstos fue conocida como El Papiano, por hacer
alusión al jurisconsulto en mención.
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